El viernes 23 falleció el joven Juan Manuel Rollieri, de 23 años, uno de los cuatro trabajadores de Astillero Río Santiago que permanecían internados luego de la explosión dentro del buque “Casanna”, el 14 de febrero.
Al respecto nos decía Jorge Smith, delegado de los trabajadores del ARS: “El accidente fue producto de que las condiciones de seguridad e higiene en el trabajo están totalmente deterioradas por la falta de inversión tecnológica e insumos en el Astillero por parte del gobierno nacional, en primer lugar, y del gobierno provincial, en segundo lugar. La explosión se produjo por un alto grado de concentración de gas y su ignición a través de las chispas de soldadores, en la sala de máquinas del recientemente botado para el cliente alemán, el buque Casanna. De los 11 compañeros afectados, quedaban 4 internados, uno de ellos era Juan Rollieri, y de los otros todavía corren riesgo los compañeros Sierra y Dos Santos, por quemaduras de tercer grado en gran parte del cuerpo.
“Los trabajadores del Astillero, ante el accidente paramos la producción tanto en el dique como en el buque Casanna. Se hizo una reunión del Cuerpo de Delegados y el ATE Ensenada con la conducción de la empresa y su presidente, donde se resolvió que hasta que no hubiera condiciones de seguridad e higiene no se trabajaba. Se hizo un relevamiento del barco y del dique, y se fueron habilitando por lugar en lo que hace a riesgo de vida, quedando plasmadas en un acta todas las condiciones que tienen que mejorar.
“El viernes 22, ante la noticia del fallecimiento del compañero Rollieri, inmediatamente se paró la fábrica y se realizó una asamblea general donde se resolvió una movilización el lunes, a pie, los 9 kilómetros hasta La Plata, para repudiar a quienes tienen que ser responsables del contralor de la seguridad e higiene, que son las famosas ART, traficantes de sangre obrera para hacer negocios, y el gobierno nacional y provincial que las amparan”.
02 de octubre de 2010