Cecilia Ousset y su marido, José Gigena, son médicos ginecólogos de San Miguel de Tucumán. En febrero de este año, sus nombres trascendieron porque intervinieron en la cesárea que se le practicó a una niña tucumana, que cursaba 23 semanas de embarazo producto de una violación. Más tarde fueron denunciados por un grupo de “defensores de la vida”, quienes piden que sean juzgados por homicidio agravado. Si bien Cecilia Ousset es católica, está a favor del aborto y es objetora de conciencia. Este año viajó a La Plata junto a la delegación de la Casa de las Mujeres Norma Nassif de Tucumán. Al retornar, nuestra corresponsal conversó con la médica tucumana.
—¿Cuál es el estado de tu causa y de la de tu marido?
—Está todo aparentemente parado, después de las reuniones en agosto con el juez Pedicone que le sacó la causa a la fiscal Gianone. Ella a su vez, acudió a la Corte Suprema de la provincia para continuar al frente de la causa. Así que ahí quedó, y es el momento en que nuestros abogados no pueden acceder al expediente.
—Con qué carátula está la causa?
—La carátula es “Homicidio agravado Gigena y Otros”, que soy yo.
—Después de haber venido al ENM cómo ves la situación de tu causa?
—La situación del caso no cambia para nada que hayamos venido al Encuentro de Mujeres. Lo veo igual. Lo que sí he podido constatar con el Encuentro que somos muchas las que estamos pidiendo que se respeten los derechos de las mujeres, de las personas gestantes. Y sobre todo, que se termine con el flagelo y la naturalización de violaciones en el seno familiar.
A mí me tocó estar en un taller sobre abuso sexual, de pedofilia, grooming [tipo de acoso dirigido por un adulto a un menor], he podido escuchar a muchas compatriotas que contaban cómo habían sido sus abusos sexuales intrafamiliares, y cómo el Poder Judicial les daba la espalda desde que eran niñas hasta el día de la fecha. Entonces, nos preguntamos quiénes están detrás de estos tipos de abusos, la red de pedofilia, lo que mueve, cuánto dinero mueve. Por qué el sistema judicial se las agarra con los psicólogos, con el sistema de salud, con los médicos, y no con los pedófilos. Y que al contrario, que sostienen estas situaciones, y nos hace sospechar de que dentro del sistema judicial avalan estas prácticas, y las políticas públicas no existen en gobierno de Argentina, América Latina y el Caribe, para terminar con este flagelo. Al contrario, están avalándolo totalmente, dejándonos desprotegidas frente a los daños y revictimizando una y otra vez, no solo a las personas que sufren los abusos sexuales y víctimas de violaciones sino a las personas que hacen las denuncias, acuden al auxilio de los niños, niñas y adolescentes, y eso nos hace sospechar que hay mucho dinero, un poder detrás. Y todavía más: Tucumán no está adherido a la Educación Sexual Integral, como diciendo: que los niños no sepan realmente qué es lo que está pasando, que no sepan que está mal, que no sepan a quién acudir. Por eso, me hace sospechar que nuestra provincia puntualmente no esté adherida. ¿Qué quieren ocultar? ¿Qué quieren tapar? ¿Qué hay detrás? Y tampoco está adherida a la Ley de salud sexual y reproductiva y procreación responsable. Es lo mismo: ¿qué quieren tapar? ¿qué pasa ahí? ¿a qué nos quieren someter? ¿A qué quieren someter a nuestras niñas?
Lo que sí aumenta, o fortalece, mi mirada y mi sospecha de que hay algo mucho más poderoso atrás que nos quiere torturar a las mujeres, especialmente en el norte.
—¿Qué balance te llevás del Encuentro?
—La verdad, vine con la Casa de las Mujeres Norma Nassif, con mi hija Ernestina de 14 años. Nos llevamos todo positivo del Encuentro. No sabía yo de qué se trataba hasta que participé. Y lo que veo es que lo que uno encuentra en los medios sobre los Encuentros son todas acusaciones falsas, como si hubiera desmanes, como si todas las mujeres destrozaron todo; y he comprobado que eso no es así, que lo importante son los talleres, que es lo que estoy contando, de donde salen los reclamos de las mujeres para la implementación urgente de políticas públicas que nos protejan. Por lo que me han contado, este Encuentro ha sido mucho más multitudinario que el anterior. Y creo que así va a seguir creciendo porque cada vez somos más las mujeres que abrimos los ojos, que dejamos de ser indiferentes, y que queremos protegernos entre nosotras, a nuestras hijas, a nuestras nietas, a todas nuestras niñas que están vulnerables.
Hoy N° 1789 30/10/2019