Al cierre de esta edición, continuaba la huelga general de transportes en Francia, que lleva más de 40 días. Es ya la huelga más larga en la historia del país, y tiene como centro el rechazo a la reforma previsional pretendida por el gobierno de Macron.
En estos 40 días las centrales sindicales convocaron a cuatro jornadas nacionales de lucha. La última fue el 9 de enero, con más de 500 mil personas en las calles de toda Francia, y con enfrentamientos con la policía en algunos casos.
La contundencia de esta lucha ha llevado a un retroceso parcial del gobierno, que tuvo que retirar la edad fija de jubilación a los 64 años, que era una de las principales demandas de los huelguistas.
Las reformas de planes de pensiones del gobierno de Macron afectan a toda la clase trabajadora en Francia. Esto explica la amplitud y consecuencia de la resistencia. El gobierno francés pretende, con el cuento de “igualar”, terminar con gran cantidad de regímenes de jubilaciones obtenidos por distintos gremios con años de lucha. Básicamente quiere cambiar el sistema de cómputos a la hora de establecer el haber de un trabajador o trabajadora que se jubila. Con el nuevo sistema de cálculos, los jubilados perderían un 14% de su remuneración actual. Además de ir aumentando la edad jubilatoria hasta los 64 años para 2027.
En las manifestaciones del 9 de enero, junto a los transportistas, se hicieron sentir en las calles los trabajadores de escuelas, refinerías y hospitales. Según medios de la propia burguesía francesa, más del 55% de la población quiere que Macron retire su proyecto.
El sábado 11, el gobierno anunció que retiraba “la edad de equilibrio de 64 años” que era lo que exigían los sindicatos afiliados a la CFDT, actualmente la principal central sindical. Pero la todavía poderosa CGT advirtió que seguía “más resuelta que nunca” para lograr la retirada total del proyecto, y todos los sindicatos adherentes a la misma volvieron a convocar a una nueva manifestación para el jueves 16 de enero.
Hoy N° 1798 15/01/2020
