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05 de febrero de 2020

Pensar un política nacional de defensa requiere partir de nuestras raíces

¡No a los ejercicios militares conjuntos con el imperialismo yanqui!

Horas antes de la sesión de la Cámara de diputados se distribuyó un proyecto de Ley de Ejercicios Militares Conjuntos de dos páginas, que venía de la cámara de Senadores, firmado por Marcos Peña, cuando todavía era jefe del Gabinete de Mauricio Macri. Más tarde, se distribuyó una nueva versión del mismo proyecto, con más de 100 páginas, con la aclaración de que iba a ser votado “a libro cerrado”, sin posibilidad de ser corregido y debatido.

El proyecto autoriza el ingreso de tropas extranjeras y el envío de militares argentinos a otros países, en ejercicios con países hermanos de América Latina, y también, con Estados Unidos y otros países imperialistas que impulsan guerras y despliegan sus tropas y sus dispositivos militares en nuestras naciones de América Latina, Asia y África, disputando nuestros recursos nacionales y nuestra soberanía.
Con los hermanos latinoamericanos aprendemos juntos cómo defendernos.

No olvidamos que el imperialismo yanqui fue el aliado decisivo de Inglaterra, en la usurpación de nuestras islas y aguas del Atlántico Sur, que sigue saqueando nuestras riquezas naturales y pretende usurpar el Sector Antártico Argentino. Macri intentó, y en algunos casos realizó, maniobras militares conjuntas con Estados Unidos en la Patagonia y en el Litoral. Son maniobras militares con la estrategia de “los nuevos enemigos”, que entrenan a las Fuerzas Armadas como fuerzas de represión al pueblo.

¡Cómo vamos a hacer ejercicios militares con tropas de Estados Unidos y las Fuerzas Armadas de Bolivia que vienen de protagonizar un golpe de Estado en el país hermano! ¡Cómo vamos a hacer maniobras con tropas yanquis que, en la disputa del mundo con otras potencias imperialistas provocan centenares de miles de muertes y millones de refugiados y desplazados, saquean nuestros recursos nacionales y se adueñan de las posiciones estratégicas y nos llevan al borde de una guerra mundial.

Pensar una política nacional de defensa requiere partir de nuestras raíces: Belgrano, San Martín, Güemes, Artigas y tantos otros que hermanaron a Latinoamérica en la conquista de la primera y gloriosa independencia nacional. Y nos proclamaron libres de toda dominación extranjera el 9 de Julio de 1816.

Pensar en una política nacional de defensa requiere honrar a nuestros caídos en Malvinas, a nuestros veteranos, al apoyo en esa patriada los países de América Latina y el Tercer mundo, para sacar enseñanzas de esa guerra nacional contra el colonialismo imperialista inglés.
El pueblo argentino y las fuerzas patrióticas hemos repudiado, siempre, la presencia de tropas yanquis, así como hemos repudiado la presencia de bases militares o “paramilitares” de Estados Unidos y la base militar del imperialismo de China.

Escribe Ricardo Fierro