Al iniciar la conversación, el compañero Antognini celebraba que, tras cuatro años de gobierno macrista, los trabajadores del Astillero Río Santiago “hemos superado una etapa de ataques constantes y estamos orgullosos porque en este camino y lucha, supimos defender el Astillero 100% estatal”.
“Ahora se abre una nueva etapa”, decía, sin embargo, señalaba: “No va a ser fácil reconstruir lo que Macri-Vidal y la intervención quisieron dinamitar”.
“Estamos viendo con expectativas la asunción del nuevo presidente del ARS, Ariel Basteiro. Entendemos que se abre una nueva etapa, que viene a coronar la dura pelea que dimos para destronar al macrismo tanto en el país como en la provincia, y en el Astillero. Empezamos a encontrar lo que nos dejó el macrismo: al Astillero lo dejaron en el abandono y en la desidia, sin insumos, sin materiales, y van saliendo a la luz los negociados que venía haciendo la gestión anterior”.
Antognini enfatiza que la anterior intervención dejó incumplimientos financieros, que hoy la nueva administración tiene que salir a socorrer para poder trabajar: “tenían un contrato con el proveedor del oxígeno, dejaron deuda, por lo tanto se cayó ese contrato, y el nuevo presidente tuvo que gestionar otra vez para que podamos tener oxígeno en la empresa. Había dos avisos de corte de luz porque no pagaron el servicio de electricidad”.
El compañero secretario de Formación de ATE, en su análisis de situación, no deja afuera la política de persecución que manejó la gestión de Cambiemos con los trabajadores: “Aparte de la persecución gremial que tuvimos durante cuatro años, descubrimos cómo funcionaba un sector exclusivo que controlaba todo lo que pasaba en la empresa y a los trabajadores. Esto se basaba en un sistema de filmaciones, escuchas telefónicas, espionaje, algo que no se veía desde la última dictadura”.
Defensa laboral
“Nosotros, lo que estamos poniendo a foco, en primer lugar es la situación laboral”, destaca Antognini. Pero no es fácil: “La semana pasada, el nuevo presidente hizo una videoconferencia con Venezuela para tratar de coordinar cómo se terminan los buques para ese país. A la Construcción 79 le falta muy poco, alrededor del 3% para finalizar el buque. A la Construcción 80 le falta más, pero el problema principal es la falta de insumos.
“Basteiro, a su vez, tuvo reuniones con Agustín Rossi, ministro de Defensa, en las que ése se comprometió a terminar las dos lanchas de instrucción que tenemos en el Astillero, con la posibilidad de que entren más construcciones. Se viene trabajando también el tema de las reparaciones en el ARS. Planteó Rossi que las construcciones que se puedan hacer en el Astillero, se van a hacer. Por eso, laburo va a haber, no a un corto plazo, porque todo lo que se tiene que comprar en licitación, lleva un tiempo”.
En lo que respecta a lo salarial, Antognini expresó: “seguimos reclamando también que nos devuelvan lo que nos robó el gobierno de Macri, que es el premio de Eficiencia y el pago de las vacaciones. Esto se lo hemos planteado tanto a las autoridades de la empresa como a funcionarios del gobierno, les dejamos la problemática y dijeron que la iban a abordar. La Comisión Administrativa viene teniendo sucesivas reuniones con la conducción de la empresa y con el personal de carrera del ARS para ir encaminando la situación.
“Un sector de la gente entiende que se abrió una nueva etapa, y que es un camino que nos va a permitir avanzar. Después, entiendo que está en discusión –como entiendo es en varios lugares de la Argentina– si el macrismo fue para tanto o no. Y desde la empresa, lo que se estudia es que los cuatro años del macrismo hicieron mucho daño, y que va a costar tiempo recomponer toda la situación.
“Para terminar la primera construcción para Venezuela se necesitan dos millones de dólares. Lo que está tratando el presidente es que dos millones de dólares se los ponga Venezuela para poder terminar el buque”.
Como constata Antognini, el problema del Astillero hoy es económico. Además del desfinanciamiento y la falta de mantenimiento de la anterior gestión, van encontrando irregularidades y chanchullos de la gestión de Cambiemos, que evidencian sus negocios: “El día que asumió el presidente, se entera que había una reparación de unos barcos pesqueros chinos, que algunos estaban amarrados en muelle, que ya se querían ir. No se sabía si habían pagado o no lo que le adeudaban al Astillero. Rápidamente Basteiro empezó una negociación, y terminaron pagando 20 millones de pesos. Lo que pasó fue que sobre ese contrato no estaba en manos del Astillero sino en manos de funcionarios de Cambiemos con una empresa china”.
Uno puede ver que la reactivación va a ser lenta, que se vienen dando pequeños pasos en lo laboral. Después tenemos que ver en qué situación se encuentra la Argentina, y la provincia de Buenos Aires, que la dejaron devastada. Nosotros, para poder avanzar, necesitamos recursos económicos. Por lo tanto, vamos a ver cómo se desarrolla la situación”.
Hoy N° 1801 5/02/2020