En la apertura de sesiones legislativas del 1 de marzo, el presidente Alberto Fernández anunció que se creará una nueva Ley de Educación Superior (LES) dejando atrás a la actual Ley que fue aprobada en 1995 durante el menemismo y que viola varios pilares conquistados por la Reforma Universitaria de 1918 como la autonomía y la autarquía de las Universidades. También se afirmó en la apertura que se reafirmará la gratuidad y el acceso universal a la Educación Superior.
El anuncio de una nueva LES es consecuencia de 25 años de lucha del movimiento estudiantil que transitó distintos períodos y formas de protesta en todo el país con el protagonismo de miles de estudiantes en unidad con docentes y nodocentes. Una justa pelea por derogar una legislación subordinada a los intereses del Banco Mundial que propone una Universidad donde la educación sea un servicio y no un derecho, donde el cogobierno esté hegemonizado por un solo claustro (docente), donde las carreras son acreditadas y evaluadas por una Comisión externa a la Universidad, lo que viola la autonomía. Inicialmente la Ley incorporaba el arancel y el ingreso eliminatorio, pero fue también con la lucha que pudimos eliminar estos artículos.
El rol del movimiento estudiantil durante los 25 años y en particular los últimos cuatro durante el gobierno de Macri, nos encontró nuevamente defendiendo en las calles junto al pueblo argentino nuestro presente como estudiantes y nuestro futuro como profesionales, frente a la política de ajuste, meritocracia y subordinación de la Educación Superior a un tipo de país dependiente y con tierra concentrada en pocas manos
Seguiremos atentos para que el anuncio se materialice a la vez que vemos necesario que la nueva Ley se discuta y construya de abajo hacia arriba: protagonizada por el millón y medio de estudiantes, por todos los docentes, no docentes, graduados, con aportes de sindicatos, campesinos, y la pequeña y mediana empresa nacional.
El debate amplio y democrático de los estudiantes junto al pueblo sobre la nueva LES y el camino de lucha de estos años son la base para conquistar una Ley que recoja los principios de la Reforma Universitaria de 1918 y le otorgue a nuestra Universidad el perfil que el pueblo y la patria necesitan:
Democrática: Cogobiernos igualitarios entre los claustros.
Científica: métodos y contenidos de la enseñanza que partan de nuestra realidad y dirigidos a satisfacer las necesidades del pueblo y los intereses de la Patria.
Popular: Que garantice el acceso a hijos e hijas de los obreros y campesinos. Que luche contra la discriminación hacia las mujeres, el sexismo y la discriminación por orientación sexual.
Nacional: abierta a diferentes corrientes de pensamiento, pero integrándolas con las prioridades de un país que necesita construir su propia ciencia, su propia tecnología y su propia cultura para conquistar su independencia.
CEPA (Corriente Estudiantil Popular y Antiimperialista)
Hoy N° 1805 11/03/2020
