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18 de marzo de 2020

Un espacio de lucha en la Villa 31 de Retiro

Casa de las Mujeres Daiana

En el marco del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, 8 de marzo, nos reunimos en la Casa de las Mujeres Daiana con las delegadas de la comisión de género de la CCC en la Villa 31 de Retiro.

Susana: La Casa de las Mujeres Daiana nace a partir del seguimiento de algunas situaciones de violencia, asesorando y acompañando a mujeres en momentos de vulnerabilidad. Vimos la necesidad de nuclearnos y referenciarnos como un lugar de acompañamiento, cuidado, ayuda y apoyo. La palabra casa surgió así como sinónimo de seguridad, fortaleza y sororidad. Fuimos creciendo al calor de las luchas populares como el Ni Una Menos, los paros de mujeres y la “Marea Verde”, y nos referenciamos en la lucha por la Declaración Nacional de la Emergencia en Violencia contra las Mujeres. Acompañamos a las mujeres trabajadoras, ocupadas y desocupadas, estudiantes, artistas y profesionales en sus lugares de trabajo, en los barrios, en las universidades, en las ollas y merenderos populares. Juntas hacemos frente a la crisis que agudiza nuestras condiciones de opresión y elaboramos estrategias para afrontar la problemática de la violencia hacia las mujeres desde un abordaje colectivo e interdisciplinar.

Mica: Este es un lugar donde una puede sentirse cómoda, consentida con otra mujer, otra compañera. En tantos casos de violencias que estamos pasando, por ahí una puede sentirse más segura estando con las compañeras.
Antonia: Desde que abrió la casa estoy acá, siempre con las chicas. Es a través de la lucha de las mujeres que se creó la Casa de las Mujeres Daiana Colque.

—¿Están siguiendo algunos casos de compañeras?
Mica: Sí, en realidad estamos tratando de escuchar, porque tampoco tenemos muchas herramientas. Ellas vienen a veces asustadas contándonos que están pasando situaciones de violencia. Somos compañeras, que algunas vivimos o no violencia, las escuchamos, contenemos, asesoramos y acompañamos. Para una mujer que vino con un caso de violencia y acoso del dueño de la casa donde alquilaba le conseguimos a través de las abogadas del Galpón un subsidio habitacional, porque ella había hecho la denuncia de acoso al tipo y la dejó en la calle.

Antonia: Yo también me siento parte de estas mujeres porque estoy viva y ahora puedo contar, puedo hablar. Pasé mucha violencia de la cual pude salir, salí sola en ese momento, en mi mente alguien me dio un poquito de luz y dije “no, yo tengo que salir de esto” y salí y hoy puedo contarlo. Mi caso pudo haber sido un femicidio ¿por qué no? Porque hubo momentos donde decía “bueno, este me mata”. Hoy por hoy puedo hablarle a una mujer que está pasando violencia para que también pueda salir. Siempre habrá una compañera que te diga “sí, contá conmigo que vas a poder, vamos a luchar y salir adelante”. Lamentablemente valemos $13 para el gobierno, no somos nada. Pero una mujer en la casa para un hombre vale, porque tiene que hacer todo, porque las mujeres somos las que bancamos todo en la casa, en la familia. Que el Estado haga algo y que salga la ley de emergencia nacional en violencia contra las mujeres.

Mica: Mi hermana no pasó violencia, pero yo sí. Por eso intento dar un consejo. Cuando vino la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad pedimos capacitaciones porque no tenemos recursos. A su vez, tener algo que avale que nosotras sabemos cómo actuar. A las mujeres cuando denuncian les dicen, “esperá acá”, “sentate ahí” y no todas lo aguantan. Entonces si nosotras vamos desde la casa sabemos a qué vamos y por qué, para que sea más rápido el trámite.

Liliana: También hacemos reuniones con una psicóloga y con una abogada que nos están dando herramientas para desenvolvernos mejor ante un hecho. Necesitamos herramientas para ir a la policía y saber cómo hablarles, porque ellos te hacen patinar y te tienen de aquí para allá. Porque si vos no sabes, ellos quieren ahorrarse el tiempo de hacer el trámite. También queremos que nos den un certificado que convalide que somos de la Casa de la Mujer.

—¿Qué actividades hay en la casa?
Liliana: Los lunes hay un taller de murales, estamos en la etapa de hacer los dibujos. Los miércoles hacemos el taller de bordado. La semana que viene arrancamos con producción de pan y cosas de cocina, los viernes estamos haciendo reunión de Comisión de Género y los sábados hacemos taller de producción audiovisual. La Casa es un homenaje a Daiana Colque, asesinada por ser mujer el 29 de septiembre de 2016. La lucha incansable de su madre y la organización de las mujeres lograron mediante un arduo trabajo conseguir condena para el culpable y que se hiciera justicia. Pero este nombre es una forma de recordar a todas aquellas mujeres víctimas de violencia. Porque seguimos pidiendo justicia, porque seguimos luchando y trazando ese camino de unidad en el que aprendimos que no estamos solas y que estar unidas es nuestra mayor fortaleza.

 

Hoy N° 1806 18/03/2020