El año pasado el gobierno provincial firmó un acta del convenio salarial que contemplaba tres actualizaciones por inflación: cláusula gatillo. Las dos primeras se cumplieron, pero en los primeros días del 2020, antes de irse al Caribe de vacaciones, el gobernador dictó un decreto por el cual deroga la “cláusula gatillo”. La argumentación era confusa, hacía parecer que el responsable de la decisión era el gobierno nacional. Cuando regresó, frente a los innumerables reclamos simplemente dijo “la cláusula gatillo no existe”.
Los empleados estatales -en particular docentes, médicos, judiciales y municipales- protestaron en las calles. La dirigencia sindical se vio obligada a decir algo pero sin llamar a la lucha, finalmente el gobernador se vio obligado a decir algo. Los municipales cortaron rutas, los médicos y docentes se manifestaban en la ciudad. El gobierno ofreció pagar en negro y en cuotas, o sea que en la próxima negociación salarial se partía del salario básico de setiembre/19, no del de marzo/20, que es lo que correspondía. Las bases docentes impusieron al Frente Gremial Docente que anunciara un paro de 48 horas, que fue apoyado por los privados (Sadop), lo cual llevó al no comienzo de clases el 1 de marzo.
Manzur declaró la conciliación obligatoria y reiteró la propuesta del pago en negro y cuotas. El Frente Gremial Docente, traicionando la voluntad de las bases y sin consultar, levantó el paro. Los docentes se rebelaron y realizaron el paro, y miles de docentes, con la solidaridad de alumnos y padres, llenaron las cuatro cuadras que rodean la Plaza Independencia (que está cerrada por arreglos).
Hubo una cantidad importante de compañeros de la CCC que acompañaron a las numerosas docentes con pancartas alusivas y carteles de agrupaciones docentes. Mientras las escuelas estaban vacías, el ministro de Educación vociferaba que los alumnos las llenaban. El gobernador, avasallando a los docentes y empleados de la educación, realizó en Lules el acto de comienzo de clases. Un funcionario nacional fue testigo presencial de tan vergonzoso acto.
Al 15 de marzo el gobierno les debe a cada docente: incentivo docente, material didáctico y la cláusula gatillo de diciembre, enero, febrero y el SAC. La situación es desesperante, los dirigentes gremiales borrados, rumores desde Casa de Gobierno dicen que cerrarían las escuelas por la pandemia por 30 días.
La lucha continúa, los docentes siguen con medidas de fuerza, concurren a los establecimientos escolares y no dan clases. Los municipales del interior y judiciales se preparan para seguir en la lucha.
Corresponsal
Hoy N° 1806 18/03/2020
