El jueves 19 el gobierno nacional por decreto de necesidad y urgencia dispuso el aislamiento social preventivo y obligatorio.
En el cordón industrial de Zárate y Campana, ciudades donde predomina la actividad industrial con una mayoría de la población con familias del proletariado ocupado en las grandes empresas siderúrgicas, petroleras, automotrices, químicas, se produjo en Tenaris-Siderca un conflicto desde las 21 hs del jueves 19 al entrar el turno noche, y en los turnos de entrada de las 5 hs, en el turno de las 13 hs, y hasta la hora de entrada nuevamente del turno de las 21.
La dirección de la empresa siderúrgica -propiedad de Techint SA, considerado el principal grupo industrial de la Argentina-, con una dotación de aproximadamente 4.000 obreros, ordenó continuar la producción, incumpliendo la cuarentena establecida por el gobierno, pretendiendo ampararse en las cláusulas de excepción del decreto 297/20, cuando esas excepciones solo podrían alcanzar a los servicios ininterrumpibles y no a la continuidad de las órdenes de trabajo a las líneas de producción.
El Intendente de Campana Sebastián Abella -promocionado por el PRO como figura provincial de la oposición por ser uno de los Municipios donde ganó Juntos por el Cambio a nivel municipal la elección de octubre-, con una simple nota con difusión pública pretendió autorizar a la empresa a continuar con la producción, asumiendo un poder de policía que no le corresponde e incumpliendo con ello el decreto de cuarentena y sus deberes como funcionario público.
La seccional Campana de la UOM tomó la posición de convocar a los trabajadores a cumplir la cuarentena y difundió por los medios el llamado al cese de tareas desde el turno que entraba a las 5 hs del viernes 20, como establecía el decreto 297/20, rechazando la posición de la empresa y del Intendente que la avalaba. Fue una posición correcta que tuvo el apoyo público del Frente de Todos y del PTP en el Frente de Todos de Campana. La dirección del sindicato tuvo una débil presencia en la puerta de entrada en los turnos para garantizar el cese de tareas, al igual que durante los turnos noche, mañana y tarde desde las 0 hs del viernes 20.
La empresa hizo jugar a fondo a todo su plantel de jefatura y supervisión exigiendo la concurrencia a los trabajadores, a continuar la producción, amenazando con descuentos del día, incluso con llamadas personales de cada jefe o supervisor a los trabajadores sector por sector.
La lucha fue definida por la voluntad de los trabajadores debatida durante el turno de la madrugada antes del turno que entraba a las 5 hs, fue duro para los compañeros en la entrada y durante el turno de la mañana parar, y fue quedando en claro que los trabajadores cumplían el cese de tareas dispuesto por el gobierno nacional.
La dirección de la empresa finalmente comunicó antes de la entrada del turno de las 21 hs del viernes que acataba la cuarentena y paraba la producción.
Lo ocurrido es un episodio de gran envergadura política porque en la población de las ciudades de Campana y Zárate, si los 4000 obreros de Siderca no cumplían la cuarentena, se afectaba seriamente llevar adelante el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio en la zona.
Similar situación a Siderca se dio en la planta de la Cervecería Quilmes en Zarate.
Es un hecho que prueba el rol del protagonismo popular en la campaña nacional contra la epidemia, protagonismo popular en la producción y en los territorios, protagonismo de los obreros ocupados y desocupados. En primer lugar de los heroicos trabajadores de la Salud.
Escribe Roberto Carpano