Todos se enfurecieron por el discurso del presidente fascista Jair Bolsonaro, propagado ayer (24/3) por las emisoras y estaciones de radio burguesas. Contrariamente a todas las pautas internacionales, Bolsonaro mostró, nuevamente, a quién sirve, como un buen perro obediente a los dictados de la élite económica del país y del mundo.
Desde el comienzo de la pandemia causada por el Coronavirus, Bolsonaro ha estado luchando abiertamente contra los trabajadores. Propuso, por ejemplo, distribuir 200 reales a la población más necesitada de nuestro país, solo a aquellos que contribuyen al INSS [equivalente a nuestra Anses], una cantidad insignificante cercana a todas las necesidades que tiene una familia. Bolsonaro ha estado atacando a los trabajadores desde el comienzo de su mandato. Aprovechó la reforma laboral aprobada por el gobierno de Temer, que aumentó el desempleo en nuestro país, y también aprobó la reforma de las pensiones, poniendo fin a nuestros derechos laborales. Antes de la pandemia, Bolsonaro amenazaba con dar un golpe militar para que se aprobara la reforma administrativa, una reforma que conduce a un servicio público precario.
Como si todo eso no fuera suficiente, el gobierno fascista de Bolsonaro ha impedido que la población tenga acceso a datos reales sobre casos de coronavirus en el país. Desde la semana pasada, debido a órdenes del gobierno, muchas personas que acudieron a puestos de salud no han podido hacerse la prueba para ver si están enfermas.
No es difícil entender por qué dejaron de realizar pruebas de detección de coronavirus en todas las personas que llegaron a los puestos desde la semana pasada. La falta de datos e información deja a muchas personas confundidas.
El gobierno italiano, hace un mes, hizo la misma maniobra que Bolsonaro intenta imponer para seguir las órdenes de los megaempresarios y banqueros. En ese momento, a fines de febrero, 17 personas habían muerto por el coronavirus en Italia. Las medidas para reanudar la economía tuvieron consecuencias desastrosas. El 24 de marzo, Italia registró 743 muertes en un día, cerrando un total de 6.820 muertes.
Además de Bolsonaro, otro fascista, el presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, pronunció un discurso similar, enviando al pueblo estadounidense a volver a trabajar para reanudar la economía. Como resultado, estos presidentes condenan a muerte a miles de personas, porque están más preocupados por las ganancias que por la vida de las personas.
Es por eso que, desde la Unidad Popular para el Socialismo – UP, abogamos por que dejemos de dar dinero a los bancos ahora para pagar la deuda pública, una deuda en la que ninguno de nosotros incurrió, pero que todos pagamos, y ese aumento y esa cantidad de 200 reales se extienda a todos los trabajadores afectados, independientemente de la contribución al INSS. También abogamos por que todas las categorías tengan derecho a vivir. Aquellos que trabajan en el área de la salud o la limpieza, por ejemplo, deben tener equipo de protección para evitar más muertes y un mayor contagio de la enfermedad. Mientras el gobierno toma medidas para aniquilar a nuestro pueblo, defendemos la solidaridad construyendo acciones del poder popular.
Hoy N° 1808 01/04/2020
