Nuestro país se encuentra en Emergencia Sanitaria ante el avance del Coronavirus (COVID-19) y una de las medidas más importantes que se ha tomado es la del aislamiento social, la llamada “cuarentena”. Enfrentar la pandemia exigió por parte del gobierno tomar medidas necesarias para proteger a la población de riesgo y asegurar la atención de los enfermos.
Cuidarnos significa quedarnos en casa y es un derecho que todas y todos podamos hacerlo en las mejores condiciones. Por eso no paran los comedores y la tarea de las organizaciones sociales, como la CCC y el Movimiento Ni un pibe menos por la droga: con hambre no se puede hacer cuarentena, tampoco si no se cuentan con las herramientas necesarias para cuidar la higiene y salubridad. Pero ¿Qué pasa con la violencia que sufrimos las mujeres? En aislamiento, la violencia de género no desaparece sino que puede agravarse ya que muchas mujeres conviven con su agresor. Esto exige atender el problema en específico y tomar medidas concretas.
El Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidades informó que desde que comenzó la cuarentena, aumentaron en un 25% los llamados a la línea 144 (de asistencia y atención a mujeres en situación de violencia). Según datos de la Corte Suprema de 2018 el 75% de los femicidios ocurren en viviendas y el 83% de las víctimas tenía un vínculo previo con el victimario.
Desde que se decretó la cuarenta ocurrieron al menos nueve femicidios. El Ministerio de las Mujeres tomó como primer medida reforzar las líneas de atención, es un paso importante pero no alcanza. También es un gran avance que se haya constituido el comité de Emergencia Social Nacional. Impulsamos que estos comités de crisis se armen en cada barrio, municipio y provincia y que tengan en su agenda las medidas específicas frente a la violencia de género. Es urgente que cada medida en el marco de la emergencia sanitaria se tome con perspectiva de género para evitar que la mayor angustia e incertidumbre recaiga sobre nosotras.
Por eso, proponemos que nacionalmente puedan contarse con habitaciones de hoteles –y otros espacios que instituciones privadas, sindicatos, cámaras empresarias, etc. pongan a disposición- para que hoy funcionen como “refugios de emergencia” para quienes no cuentan con una alternativa de residencia.
Asimismo, propusimos que el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) llegue a todas las mujeres en situación de violencia, hayan o no denunciado a su agresor. La falta de pago de cuota alimentaria para las hijas e hijos, es violencia económica (y pocas veces se la denuncia o reconoce como tal). Muchas mujeres que no perciben la AUH, podrían percibir el IFE, pero quedan atadas a la situación laboral/impositiva de los padres de sus hijxs o ex parejas, por ser parte del “grupo familiar”. En concreto planteamos que se habilite urgente una declaración jurada online para que las mujeres que no reciban aporte económico de los padres de sus hijas e hijos (por cualquier motivo) puedan acceder al IFE, más allá de la situación laboral/impositiva de los padres de sus hijos. También que se habilite otra manera para quienes no cuenten con medios electrónicos.
Asimismo, es indispensable revisar el óptimo funcionamiento de las líneas de denuncias para situaciones de violencia y que las ayudas lleguen a tiempo. Para eso, desde La Campaña x la Emergencia nos ponemos a entera disposición del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, de las secretarías de género de las provincias y de los municipios para lograr una articulación que permita llegar hasta la última que lo necesite. Por eso largamos, desde la Campaña por la Emergencia, una convocatoria a voluntarias en todo el país.
También es importante, ante la suspensión de clases, promover el cuidado de las niñas y los niños de forma colectiva con la participación de varones y mujeres, respetando las medidas sanitarias.
Para una salida colectiva, urge armar los comités de crisis –con la participación de las organizaciones sociales- para ayudar a resolver colectivamente las necesidades que se agravan con la emergencia sanitaria que vivimos.
Hoy N° 1808 01/04/2020
