Cuando se declaró la cuarentena obligatoria nos reunimos los referentes del CAAC (coordinación, talleristas, cocinera, pibes que están en rehabilitación, otros que asisten a la casa, el ayudante de cocina, etc.) y llegamos al acuerdo de cerrar los talleres pero reforzar más que nunca el comedor y la copa de leche que venía funcionando.
Nosotros sabemos que la cuarentena debe cumplirse pero nos preguntamos: ¿cómo hacemos los pibes en los barrios para poder cumplirla si no tenemos comida? ¿Cómo nos cuidamos si no tenemos agua? Entonces la prevención es un “privilegio de clase” porque nosotros no tenemos los insumos para poder cuidarnos y al mismo tiempo más angustia sentimos cuando pensamos qué pasaría si algún vecino contrae el virus porque la ambulancia no entra al barrio.
Hace más de un año y medio que venimos trabajando en el CAAC, fortaleciendo los vínculos con los pibes y sabemos la realidad que viven y que hay mucha necesidad. Ahora se potenció mucho porque muchos de los papás laburaban haciendo changas y ellos mismos también; cuando salían a hacer las changas podían comprarse una zapatilla, algún elemento de higiene, algún elemento personal, también tienen sus romances, amores y quieren trabajar para poder regalar un chocolate.
Nos organizamos para hacer la comida teniendo en cuenta que tiene que haber pocas personas en la cocina por una cuestión de prevención. Hay tres personas que cocinan y tres chicos que van con un carro casa por casa a buscar los tapers, es emocionante ver la energía y el corazón que le ponen cada día; entre ellos hablan y dicen “les llevamos la comida a nuestros amigos porque si no no tienen nada”. Confeccionamos barbijos y también compramos 5 litros de alcohol en gel y los separamos en envases de 250 ml para poder llevar a las casas que no tienen agua.
A medida que van pasando los días se van sumando familias porque se va agravando la situación. Las familias que contaban con un ingreso mediante changas ya no pueden salir a rebuscársela y empiezan a sentir la desesperación de que mañana o la semana que vienen no van a poder llevar un plato de comida a la casa. También hay abuelitos que viven solos a los que les llevamos la comida para que puedan cumplir la cuarentena.
En todo este trabajo de lucha contra la pandemia fue fundamental empujar la conformación de Comités de Crisis por lugar acordando la unidad para enfrentar la situación y resolver las necesidades de la gente. El de Romero se hizo en nuestra CAAC, fue grande, participaron representantes sindicales de ATE y CICOP, de los hospitales de la región, representantes de la UTEP, organizaciones campesinas, referentes de clubes barriales, de la pastoral social, de iglesias evangélicas, asociaciones civiles, funcionarios municipales y del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires. Logramos que se incluya a la UTEP en el comité de crisis municipal que era una de las cosas que pedíamos considerando que las organizaciones sociales son fundamentales porque le ponen el cuerpo en el territorio ante esta situación. Hay mucha demanda de comida y solicitamos fondos al municipio para reforzar los centros de salud con los promotores que se van formando en los barrios.
Nos preocupan las malas condiciones en las que trabajan los cooperativistas municipales. Se planteó cómo la pandemia encontró al sistema de salud desfinanciado, como el hospital Alejandro Korn de Romero donde faltan insumos y remedios. También se planteó la preocupación del avance del dengue ante los casos confirmados y se pidió al municipio que se hagan tareas de fumigación que no se venían haciendo.
Por otra parte, se vienen planteando en los Comités de Crisis la necesidad de medidas en relación a la violencia de género ya que desde que arrancó la cuarentena aumentaron las situaciones y en la CAAC estamos haciendo reuniones para armar un comité de mujeres de la CCC. La Corriente y Asoma nos vienen ayudando mucho porque si no fuera por ellos no podríamos hacer la comida.
Para mí es muy importante el papel que viene cumpliendo la juventud, tanto del campo como de los barrios, colaborando en los comedores, participando en los distintos comités de crisis, ofreciéndose y formándose como promotores de salud (la mayoría de los promotores que tenemos son jóvenes). Este es un momento en que los jóvenes tenemos que ser protagonistas porque no estamos en los grupos de riesgo.
Por otra parte venimos haciendo un trabajo de comunicación y medios publicando anuncios por las redes sociales. Es importante usar los distintos medios de comunicación ya que no podemos reunirnos y por eso surgió la iniciativa de hacer una radio con la necesidad de concientizar, llegar a las casas de las y los jóvenes para seguir comunicándonos, y tratar de que la cuarentena sea más llevadera en los barrios donde los pibes no tienen muchas opciones para entretenerse. También queremos usar la radio para pasar información oficial, porque hoy hay mucha información falsa corriendo y se siembra pánico en la gente.
Otra de las iniciativas es que se armó un grupo de WhatsApp de apoyo escolar donde compañeros universitarios se ofrecen para ayudar con las tareas
En la lucha contra la pandemia se sumaron jóvenes, tanto a las organizaciones sociales como a la JCR. Me siento super orgullosa del despliegue que venimos dando la juventud, de ser parte de la CCC y de la Jota y quiero aprovechar para mandar un abrazo por este 9 de abril que fue el aniversario de la Juventud Comunista Revolucionaria que nos agarró más que nunca sirviendo al pueblo; y agradecer a los camaradas por ayudarnos todos los días a encontrar la felicidad en la lucha. ¡Hasta la victoria siempre!
Hoy N° 1810 15/04/2020