Con el pomposo nombre de “Bajo la guía del pensamiento de Xi Jinping sobre la diplomacia, promover la construcción de la comunidad del futuro compartido de la humanidad en la cooperación internacional contra el Covid 19”, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China difundió un largo documento, cuyas ideas principales son: Que ante el brote de Covid 19 se han puesto en juego las ventajas institucionales del «socialismo con características chinas» y el papel como gran país responsable.
Que China, según sus gobernantes, estaría cumpliendo un rol indispensable para la seguridad Internacional en materia de salud pública recuperando las actividades económicas y sociales, es decir como la «fábrica del mundo». Esto esconde el tiempo en que demoró el brote en ser informado y encarado, y el castigo a los que lo denunciaron, encarnados en la figura del médico Li Wenliang, que luego moriría por efecto del virus.
Por otra parte las ventajas institucionales a las que se refiere son el control absoluto de la población, incluidas todas sus conversaciones por cualquier medio, escrito u oral. Un control en el que los medios técnicos son usados de una manera fascista, aunque el control de temperatura a distancia sea muy útil en este caso.
«Nada es capaz de detener los firmes pasos de China», dicen, destacando que más de 60 países han firmado con los exportadores chinos contratos de adquisición comercial de insumos contra el virus.
Y en cuanto a la “Comunidad de futuro compartido de la humanidad”: se trata de reforzar la coordinación de políticas macroeconómicas para paliar las presiones a la baja de la economía mundial, promoviendo la liberalización del comercio e inversiones. Es decir, permitir las inversiones chinas en todo el mundo, y no poner barreras proteccionistas. Como si la experiencia del coronavirus no nos estuviera demostrando que hasta dependíamos de la importación de barbijos de China.
Todo esto es precedido de largos párrafos dedicados a defenderse de las acusaciones de ocultar la epidemia y a mostrar las relaciones y la colaboración internacional de China contra el Covid 19, así como la importancia de abrir una «ruta de la seda» en materia de salud.
Como parte de la lucha interimperialista, EEUU quita fondos a la Organización Mundial de la Salud por su relación con China, y los gobiernos de Gran Bretaña y Francia acusan a China de mentir acerca de la realidad del brote y ocultar información.
Hoy N° 1812 29/04/2020