Ante el malestar que se venían arrastrando, los seis gremios convocaron a un paro de cinco días la primera semana de clases, exigiendo $ 600 de inicio en el básico para seguir negociando durante el año. El paro tuvo un alto acatamiento.
El gobierno provincial, con la ayuda de los medios locales adictos a la publicidad oficial, inició una feroz campaña de ataques verbales y provocaciones hacia el sector docente y volvió muy tenso el conflicto. El funcionario nacional de Educación, Devriés, salió a atacar a los docentes y a apoyar al gobierno de Colombi, que está desangrando las escuelas, cerrando secciones como en la comercial Perugorría.
La ministra de Educación, Virginia Almará, esposa del gobernador Arturo Colombi, llamó a una reunión en la Subsecretaría de Trabajo el miércoles 5 por la tarde. Los docentes se movilizaron hasta allí, pero el Ministerio suspendió la reunión porque “no negocia habiendo paros”. Pretendió hacer valer el acuerdo de 180 días de clases firmado en Bs. As. entre el gobierno nacional y la Ctera. Esto generó la bronca de los docentes que exigieron profundizar las medidas a los sindicatos, pero no fueron atendidos.
Se realizó una asamblea y se votó ampliamente por cortar el puente interprovincial Belgrano, que une Corrientes y Resistencia. Más de 500 docentes permanecieron durante dos horas cortando el puente, hecho que hace bastante tiempo no sucedía. También se hizo presente una delegación de la CCC para apoyar el reclamo en el corte, que fue aplaudida al llegar.
Surge un sector combativo
El gobierno se vio obligado a llamar a otra reunión para el viernes 7. Allí, propusieron llegar a $ 650 escalonadamente hasta octubre. Los gremios, sin consultar a las bases, aceptaron esa cifra pero hasta junio. Cuando los sindicatos salieron a informar esta situación en la plaza 25 de mayo, fueron duramente criticados por la mayoría de los docentes, quienes no aceptaron estas condiciones no debatidas y que significarían cerrar los aumentos para todo el año. Allí se decidió volver a cortar el puente ese mediodía.
Esa misma mañana habían marchado más de 50 compañeros de la CCC y su Juventud exigiendo la canasta escolar al Ministerio de Educación, exigiendo que no se cierren cursos como en la escuela de adultos Perugorría, cuyos docentes y alumnos salieron a cortar calles el lunes 17.
Ante este panorama, el juez federal Soto Dávila hizo lugar al pedido del gobierno provincial y ordenó levantar el paro docente. Esta medida se encuentra en apelación, pero tuvo que ser acatada por el momento.
El lunes 10 comenzaron las clases. Los gremios concurrieron a las escuelas a convencer a los docentes para que se acepte su propuesta a través de una encuesta cerrada (aumento escalonado en junio o en octubre). Por otro lado va surgiendo un sector de docentes combativos (agremiados y autoconvocados) que impulsan asambleas en sus escuelas y medidas de fuerza más duras. Al mismo tiempo, al calor de la inflación, se comienza a discutir el valor real de la canasta familiar.
Esta semana continúan las negociaciones con el gobierno y las reuniones de autoconvocados.