La cuarentena sirve como método de prevención de contagios y para achatar la curva de éstos. Pero está claro que hoy, muchas familias no pueden cumplirla por las condiciones en las que viven. En este sector, hay una gran cantidad de familias de nuestros compañeros que han perdido o no pueden continuar con su trabajo y se ven obligados a vender objetos personales para comprar comida o a changuear sabiendo que pueden llevárselos detenidos.
Reconocemos que las medidas de prevención y económicas del gobierno han estado bien, pero la realidad es que todavía no han llegado a todos lados, los bolsones de alimentos no alcanzan y la situación se vuelve desesperante.
Si bien hay incertidumbre sobre cómo van a continuar las clases, la preocupación principal de nuestros compañeros es poder tener un plato de comida en la mesa.
En la Técnica 3 de San Nicolás, asisten 360 estudiantes y se encuentra dentro del sistema SAE (Sistema Alimentario Escolar). Antes de la suspensión de clases 100 alumnos se pudieron inscribir en la lista del comedor. En esta primera instancia llegaron 100 bolsones.
El CETU, la agrupación de la que formamos parte, conducción del centro de estudiantes, recibió mensajes de compañeros que no estaban en la lista publicada, pidiendo que se los incluya.
A partir de esta necesidad y de la línea discutida en el MUS (Movimiento de Unidad Secundaria), la JCR de la escuela discutió empujar la conformación de un Cuerpo de Delegados de Emergencia con el objetivo de impulsar el protagonismo de todos y hacer un relevamiento en cada curso. Se discutió y acordó en la agrupación que todos puedan postularse para ser delegados, las votaciones fueron en los grupos de WhatsApp de los cursos. Las madres y los padres formaron un grupo de WhatsApp parar mantenerse informados, eligieron una delegada y empezamos a trabajar junto a ellos.
Los datos del relevamiento mostraron que había 37 alumnos que no pudieron acceder al bolsón de alimentos.
Al mismo tiempo, desde el MUS a nivel provincial se realizó un relevamiento de las escuelas que estaban o no en el SAE para mandarlo al ministerio de Educación de la provincia.
El cuerpo de delegados de emergencia, discutió como primera instancia, enviar una carta al equipo directivo, planteando la situación y exigiendo que lleguen los bolsones faltantes. En el caso de no tener una respuesta positiva, reclamar al Consejo Escolar. La carta también fue firmada por los padres y madres. Pasaron algunos días y nos contestaron que los bolsones iban a llegar.
Los estudiantes logramos avanzar. Se sumaron más alumnos que necesitan el bolsón porque su situación se agravó, por lo que continuamos reclamando más bolsones.
Fue clave no paralizarnos en el organismo y la agrupación, y al abordar no sólo el problema de los bolsones, sino también aquellos que le impiden a los pibes continuar con sus estudios, se han sumado más compañeros a la agrupación y a través de la lectura online de la Chispa pudimos afiliar.
Atravesamos un momento donde no está claro qué va a pasar, pero las condiciones para acumular desde los frentes y la juventud son muy buenas, hay que preparar nuestras fuerzas para enfrentar cualquier escenario posible.
Corresponsal
