Este 1° de Mayo las y los trabajadores no pudimos salir a las calles en nuestro país, por la emergencia sanitaria. Así y todo, un conjunto de organizaciones nos unimos para reivindicar esta jornada de lucha por las 8 horas de trabajo, para conmemorar a los mártires de Chicago y a todos los que dieron su vida por los reclamos obreros, y para defender la necesidad de una organización política independiente de la clase obrera.
Realizamos un acto transmitido por redes sociales en una fábrica recuperada del barrio de Mataderos, en CABA, denunciando que sin comida no hay cuarentena, las suspensiones, los despidos y planteando que paguen la crisis los que se la llevaron con pala en estos años.
Una mesa con 11 dirigentes sindicales y sociales, y otros 100 que acompañaron virtualmente el acto, dieron marco a la actividad, en la que se presentó un «Manifiesto Nacional por la Soberanía el Trabajo y la Producción», firmado por decenas de organizaciones.
Los oradores del acto fueron Esteban «Gringo» Castro, UTEP; Hugo “Cachorro” Godoy, ATE; Walter Correa, Corriente Federal; Ricardo Peidro, CTA Autónoma; Juan Carlos Alderete, CCC; Gisela Bustos, MNER; Damián Regalini, Consejo Productivo Nacional; Gervasio Muñoz, Fed. Nac. de Inquilinos; y el Gringo Amicheti de la Federación Gráfica Bonaerense.
Alderete: “Se pone en juego una vez más quién paga la crisis”
El compañero Juan Carlos Alderete, miembro del Comité Central del PCR, coordinador de los Desocupados y Precarizados de la CCC y diputado nacional del PTP en el Frente de Todos, planteó, entre otras cosas: “Este es un 1° de mayo muy particular. El mundo está siendo golpeado por la pandemia del coronavirus, millones de obreros no están trabajando y se ha paralizado la economía mundial que ya venía en crisis, demostrando una vez más que somos los trabajadores y las trabajadoras los que movemos el mundo.
“Los grandes monopolios, los bancos, los terratenientes, quieren descargar la crisis del coronavirus sobre las espaldas de los trabajadores y el pueblo. Acumulan fortunas, amasan grandes riquezas y cuando viene una crisis la descargan sobre los trabajadores con despidos, suspensiones, rebaja salarial o el no pago de los salarios. Así presionan a los gobiernos para hacer que el pueblo vuelva a su trabajo mientras ellos hacen cuarentena y se cuidan.
“En la Argentina el gobierno de Alberto Fernández tomó las medidas correctas para enfrentar el coronavirus. Definió defender la vida del pueblo por sobre los intereses económicos de algunos pocos. Y eso lo valoramos profundamente.
“Los trabajadores y las trabajadoras desocupados, los trabajadores de la economía popular de la ciudad y el campo estamos poniendo el cuerpo en esta pelea. Cientos de ejemplos hay en el país de los trabajadores que están en la primera fila. Para nombrar algunos: los trabajadores de la alimentación, los camioneros, los enfermeros, los médicos, los de limpieza, los que están reparando las camas de los hospitales como los trabajadores del Astillero Río Santiago.
“Un párrafo aparte para las trabajadoras de la economía popular de nuestro país, son un orgullo para todos. En este momento de tanto sufrimiento, principalmente son ellas las que ponen en funcionamiento las ollas todos los días para dar de comer a nuestras pibas y pibes. Muchas de esas mujeres hoy enfrentan la pandemia, sufren la violencia machista y femicidios, por eso es que se necesita más que nunca la declaración de emergencia en violencia de género.
“La solidaridad del pueblo fue y sigue siendo maravillosa, miles de comedores y merenderos sostienen a cientos de miles de argentinos.
Pero así como está la solidaridad de nuestro pueblo, hay sectores de las clases dominantes de nuestro país, monopolios, terratenientes y bancos que empujan levantar la cuarentena en defensa de “la economía”. Ahí están Techint, las petroleras, la Sociedad Rural, Ratazzi y las automotrices, las cerealeras, Arcor, entre otros. Hablan de defender la economía pero al mismo tiempo despliegan una ofensiva de despidos, suspensiones y rebajas salariales. Por eso fue correcto el decreto del presidente de prohibir los despidos. Evitó así los despidos masivos. Pero están ahí, acechando. Con suspensiones para imponer rebajas salariales, despidos como lo hicieron Techint, Havanna o el frigorífico Penta, donde fueron reprimidos los trabajadores. Todo esto no lo podemos permitir.
En esta crisis inédita por la pandemia se pone en juego una vez más quién paga la crisis. Por eso tenemos que avanzar con el impuesto a las grandes fortunas.
“Mucha lucha dimos. Los trabajadores de la economía popular con el movimiento obrero ocupado pudimos frenar gran parte de los planes de Macri en las elecciones. ¿Qué hubiera sido de nosotros si ganaba Cambiemos? Una vez más se demuestra el acierto del armado del Frente de Todos.
“La pandemia nos demuestra que los trabajadores tenemos que discutir profundamente qué sistema social necesitamos para vivir con plenitud.
¡Viva el día internacional de las trabajadoras y los trabajadores!”.
Hoy N° 1813 06/05/2020
