Repartidores de alimentos, remedios y otros productos esenciales en medio de la pandemia del coronavirus en Argentina realizaron el viernes 8 un paro con movilización en reclamo de mejores salarios y condiciones de higiene.
Centenares de trabajadores en motocicletas y bicicletas de las filiales de Glovo, Rappi, PedidosYa y UberEats marcharon con sus mascarillas por la Avenida Callao y llevaron sus demandas al Ministerio de Trabajo. Según un relevamiento realizado por la consultora Focus Market entre 1.000 consumidores en las grandes ciudades, las aplicaciones más utilizadas en esta cuarentena para pedir sus productos son: Pedidos Ya (40 %), Rappi (15 %), Glovo (10 %) y Uber Eats.
«Queremos un aumento de 100% en lo que cobramos por cada viaje. Nuestros ingresos están congelados desde 2018 y ese porcentaje se acumuló de inflación hasta ahora», dijo Maximiliano Martínez, de 49 años, dirigente del gremio.
Una asamblea nacional de repartidores, todos ellos en condiciones precarias de relación laboral, decidió que la medida se extendiera a otras grandes ciudades del país, señaló Martínez. «Necesitamos elementos de seguridad frente a la enfermedad. Trabajamos 10 horas por día. Las ganancias de las empresas aumentaron exponencialmente», agregó el vocero frente a la cartera laboral.
El pago por cada viaje oscila entre 55 y 80 pesos, que equivalen entre 0,78 centavos de dólar y 1,14 dólares, respectivamente. El reparto a domicilio se convirtió en una tarea esencial para la subsistencia desde que se implantó un aislamiento obligatorio el 20 de marzo. El salario mínimo en Argentina es de 16.000 pesos, unos 228 dólares. La canasta básica para medir la pobreza se ubica en 14.000 pesos, unos 200 dólares.