Extractado de http://kurdistanamericalatina.org/
La sangrienta dictadura de Turquía no puede ser entendida al margen del régimen de guerra que lleva adelante, la invasión genocida contra cada minoría étnica, como contra el pueblo kurdo en Irak, Siria y Rojava. Además de la ocupación y la represión interna, y la violación de los derechos humanos más básicos, el gobierno de Erdogan está ahora encargado de hecho por la Unión Europea de los flujos migratorios entre Oriente y Occidente. Es, además, el segundo ejército de la OTAN.
Parte de esa gigantesca represión es el encarcelamiento masivo de opositores, sean estos políticos, de organizaciones sociales, movimientos de mujeres, o artistas. Algunos de estos artistas vienen utilizando la huelga de hambre como uno de los métodos de protesta.
Ese es el caso de varios músicos del Grup Yorum, un grupo que tiene más de treinta años de existencia, 20 álbumes publicados, y conciertos en vivo con decenas de miles de participantes, que sigue siendo, sobre todo, una expresión de lucha colectiva contra la represión.
Docenas de músicos se han alternado en el escenario de la banda, algunos de ellos muy jóvenes. La feroz represión que sufren y han sufrido durante muchos años a menudo los ha llevado a prisión bajo la acusación difamatoria de terrorismo. La misma que Erdogan usa contra sus opositores y contra la población kurda.
El músico Ibrahim Gökçek, bajista del Grup Yorum, recientemente finalizó una huelga de hambre que realizó durante 322 días. Otros integrantes del grupo, la activista y cantante kurda Helin Bolek, de 28 años y Mustafa Kocak murieron en el mes de abril, como consecuencia de la huelga de hambre.
Gökçek aceptó ir al hospital tras conocerse que el régimen de Erdogan tuvo que aceptar que el grupo pudiera realizar un concierto, un acto de afirmación simbólica de la libertad, después que los hechos fueran conocidos mundialmente. El gobierno turco se rindió: el concierto se llevará a cabo el 3 de julio. “Hemos logrado una victoria política, pero nuestras demandas continúan», dijeron los voceros del grupo en conferencia de prensa.
El Grup Yorum, en su dilatada trayectoria, ha expresado su antifascismo, reafirmado en una versión extraordinaria de Bella Ciao, así como su apoyo a la lucha del pueblo palestino, y, en general a la de todos los oprimidos en Turquía y en otros lugares. La afirmación del derecho a la libertad de expresión de los kurdos nunca ha faltado en sus conciertos.
Gökçek, en el día 316 de su huelga de hambre escribió una carta, que entre otros párrafos, contaba: “Desde mi habitación, en uno de los barrios bajos de Estambul, miro por la ventana al jardín. Al salir, pude ver el Bósforo de Estambul un poco más lejos. Pero ahora estoy en la cama y solo peso 40 kilos. Las piernas ya no tienen la fuerza para llevar mi cuerpo. Por el momento, solo puedo imaginar el Bósforo.
“Nacimos en las luchas por los derechos y las libertades que comenzaron en Turquía desde 1980. Cantamos los derechos de los oprimidos en Anatolia y en todo el mundo. En este país, todos los que lucharon por sus derechos, los opositores, los que soñaron con un país libre y democrático y nosotros, que cantamos sus canciones, vivimos las mismas cosas: fuimos puestos a la vista, encarcelados.
“En febrero de 2019, durante una reunión en nuestro centro cultural, fui arrestado y en mayo de 2019, comenzamos la huelga de hambre para ‘levantar la prohibición de nuestros conciertos, detener los ataques a nuestro centro cultural y liberar a todos los miembros encarcelado de nuestro grupo y cancelar los juicios lanzados contra ellos y que se eliminen nuestros nombres de la lista de terroristas’… ¿La batalla que está teniendo lugar en mi cuerpo terminará con la muerte? ¿O con la victoria de la vida? Lo que más sé en esta lucha es que, hasta la satisfacción de nuestras afirmaciones, me aferraré a la vida también en este camino a la muerte”.
Hoy N° 1815 20/05/2020