El gobierno de la Ciudad decidió acondicionar el predio de Costa Salguero y junto el gobierno nacional anunciaron que van a destinar la Terminal de Cruceros para el aislamiento de los casos positivos y contactos estrechos del barrio Carlos Mugica con 700 camas, y se instruyó al Regimiento de Patricios para ayudar con la comida en la 1/11/14.
La situación de contagio, que está fuera de control y es prácticamente imposible de contener en el Barrio Padre Carlos Mugica, se empieza a reproducir en el resto de los barrios populares de la ciudad como consecuencia del gran hacinamiento que se vive y las precarias condiciones de infraestructura que hay, falta de agua, cloacas, luz, que se agravan con la llegada del frío y donde los procesos de urbanización todavía están a medio camino.
Al mismo tiempo los comités de crisis crecen y se consolidan en todos los barrios, impulsados por la organizaciones sociales en algunos barrios junto a los curas villeros, comuneros y fuerzas políticas. El Gobierno de la ciudad viene siendo obligado a reconocerlos institucionalmente como se le dio forma en la última reunión de CGP en Retiro donde participó una representación del Comité.
Las respuestas vienen llegando tarde. Desde el 1 de abril que se constituyó el Comité de Crisis en Retiro planteamos que no era posible realizar el aislamiento en el barrio por la realidad habitacional que viven los vecinos y vecinas, y pusimos como necesidad principal que se reconozca a todos los comedores que no vienen siendo asistidos alimentariamente y son sostenidos por las organizaciones.
En la ciudad de Buenos Aires hay más de 250.000 vecinas y vecinos que viven en barrios populares y otro tanto en hoteles familiares y conventillos, con que un 10 o 20% se contagien estamos hablando de 40.000/50.000 casos que no están en condiciones de realizar el aislamiento en sus viviendas y tampoco en los hospitales.
Un argumento que dan por lo bajo algunos funcionarios del Ministerio de Salud de la Ciudad es que la tasa de letalidad es menor en estos sectores de la población por la edad promedio de los habitantes de los barrios populares, pero justamente son los factores de riesgo de salud los que hacen que la expectativa de vida sea menor.
Los contagios, según los datos oficiales, se vienen duplicando cada 4 días en Retiro, y ya se empiezan a sentir con fuerza los efectos económicos de esta crisis. La situación se agrava en los comedores que vienen jugando un rol clave, y hay vecinos que no quieren hacer el aislamiento por miedo a que les ocupen sus casas o los desalojen si están alquilando y no vienen pagando al día. Crecen los despidos y suspensiones de los que tienen empleo por baja en la actividad, pero también porque en las empresas y comercios empiezan a discriminar por miedo al contagio.
Por eso entendemos que hay que profundizar las decisiones políticas para destinar todos los recursos económicos necesarios de la Ciudad y Nación, afectando a los intereses de los que se han beneficiado con el negocio inmobiliario, bancos, supermercados, entre otros, para poner la vida por delante de la economía.
¿Cuántas viviendas ociosas hay en la ciudad? ¿Cuántas oficinas y departamentos en Puerto Madero están desocupadas? ¿Cuántas habitaciones de los hoteles turísticos del microcentro se pueden destinar para que se pueda realizar el aislamiento? Sólo el hotel Sheraton de Buenos Aires, muy cercano al barrio de Retiro, tiene 732 habitaciones.
Entre el miedo y la impotencia de los vecinos y vecinas crece la bronca que se va expresando en los distintos ruidazos que empezaron a sonar en varios barrios populares exigiendo respuestas urgentes del Gobierno de la Ciudad y de la Nación.
Hoy N° 1816 27/05/2020