En un nuevo aniversario de su muerte, el 17 de junio, recordar la figura del General Martín Miguel de Güemes como un gran defensor de la independencia de nuestro país sirve de ejemplo a los jóvenes que a diario buscamos cambiar el curso de la Argentina hacia un futuro en el que las desigualdades y el odio no nos condicionen más.
Martín Miguel de Güemes, que como figura histórica ha sufrido de un desprecio y difamación impresionante por parte de las clases poderosas y los historiadores afines a ellas, jugó un rol trascendental en la campaña liberadora desde su lugar en el norte. Comenzó su trayectoria militar siendo casi un niño y participó en la defensa de Buenos Aires en las dos Invasiones Inglesas ocurridas en 1806 y 1807. A su vuelta a Salta, ya desatada la Guerra de la Independencia, dirigiendo las tropas de los escuadrones gauchos del Ejército del Norte, jugó un rol crucial en las distintas expediciones militares que evitaron el avance de las tropas realistas sobre el territorio del norte.
Lo que buscamos destacar en este nuevo aniversario fue el rol que desempeñó como gobernador de Salta durante el periodo de 1819 y 1820. Convencido de la necesidad de garantizar la defensa del territorio del norte, a pesar de encontrarse enfrentado a los altos cargos del Directorio de las Provincias Unidas del Río de la Plata y a las clases dominantes locales, realizó el embargo forzoso de joyas y otros bienes de valor a los ciudadanos pudientes con el fin de solventar los gastos de las milicias gauchas. Esta acción fue posible debido al amplio respaldo popular con el que contaba, grandes masas campesinas y trabajadoras se volcaron de lleno en la actividad militar para garantizar la tarea revolucionaria, porque estaban convencidos de la necesidad de enfrentar al enemigo español.
Esta gesta, tan ocultada y recientemente reconocida es un ejemplo para entender la necesidad de la defensa de nuestra patria en un momento tan difícil como el actual. En una Argentina tan empobrecida y devastada tras cuatro años de uno de los gobiernos más entreguistas y reaccionarios con los que nos hemos enfrentado desde la vuelta a la democracia, medidas como la intervención y posible expropiación de Vicentin son respuestas necesarias para defender los intereses de la industria nacional en áreas tan claves como lo es la producción alimentaria. Nuestro Partido ha acompañado esta medida desde iniciado el conflicto, y es un avance clave para enfrentar la economía incierta que se viene. En época de pandemia, se han acentuado las desigualdades que atraviesan las grandes masas argentinas y la posición que toma cada uno. O son ellos o nosotros.
Y tal como nos enseñaron los revolucionarios independentistas, las jóvenes generaciones continuaremos luchando por la conquista de una segunda y definitiva independencia, que nos permita amar y vivir libres en un país liberado.
Escribe Azul Soriano
Hoy N° 1819 17/06/2020
