Esta semana el portal PuntoBiz publicó una nota en la que cuenta la interna que por estos días se vive en la Bolsa de Comercio de Rosario, y que expresa más claro que nunca por qué es necesaria una empresa testigo en el mercado. Esa iniciativa no solo mejoraría los ingresos de los productores, sino que los monopolios extranjeros agroexportadores tampoco tendrían el poder absoluto en la definición de nuestro comercio agrario
La nota explica que la empresa Díaz y Forti (Grupo Olio) que hoy está “alquilando” las instalaciones de Vicentin para procesar granos y exportar, está pagando mejores precios –principalmente en lo que al maíz se refiere – a los productores que le venden para procesar o exportarlo directamente como grano.
La Bolsa de Comercio elabora el llamado “precio de pizarra” de los granos. Como un porcentaje importante de los granos que se comercializan en la Argentina es bajo la modalidad de contratos a fijar, el precio pizarra, principal referencia de esta modalidad, es elaborado por la Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales de Rosario. Los datos se publican sobre la base del acuerdo de los semaneros, teniendo en cuenta la información que les llega de los negocios realizados el día anterior.
En simples palabras, se promedian los precios que pagan los exportadores a los productores para tener un precio de referencia.
Las multinacionales como Cargill, Dreyfus, Bunge, Cofco tienen el monopolio de la compra, ya que dominan casi el 90% de la agro exportación en Argentina. Estas empresas no quieren que los precios de Díaz y Forti entren en ese promedio en el caso del maíz, porque es más de los que ellos pagan y elevaría el promedio, haciendo que tengan que pagar más a los productores.
Además, sin Vicentin comprando granos en el mercado, la operatoria se concentró aún más en las multinacionales y grandes jugadores del sector.
Díaz y Forti está dado de alta por la Bolsa como comprador, abona regularmente el sellado de sus operaciones en la entidad, y paga los granos en las condiciones usuales. Todo dentro de la ley del mercado. Pero los monopolios quieren impedir a toda costa que se los incluya. Como siempre, la ley y las reglas les importan solo cuando los benefician.
Según explica PuntoBiz, la semana pasada la Cámara – primero en comisión y luego en plenaria – definió no ponderar por ahora los precios de Díaz y Forti y monitorear por los próximos 90 días su comportamiento para tomar una decisión definitiva.
Probablemente el grupo Olio esté pagando más para “meterse en el mercado”, pero no es la intención de esta nota analizar la actividad del grupo. Simplemente es un ejemplo más que claro de cómo la intervención de algún jugador – que tranquilamente podría ser el Estado si se expropia Vicentin –, que no actúe con estos monopolios en bloque y que ponga por delante intereses colectivos como el trabajo, la producción y el beneficio de los productores podría mover rápidamente el mercado beneficiando a estos sectores.
A pocas semanas de conocido el anuncio presidencial de la intervención de Vicentin, la Cámara de Exportadores de Cereales (CEC) y la Cámara de Industrias Aceiteras de la República Argentina (Ciara), que agrupan a los monopolios exportadores, declararon en un documento público que “no es necesario, ni conveniente que el Estado participe del sector”.
En un caso sencillo como el del grupo Olio esta semana, queda claro que no solo es posible tener una empresa testigo, sino que es necesario – incluso en un esquema comercial de mercado como éste– para mejorar las condiciones de producción y romper con el monopolio del manejo del comercio exterior en manos de 10 empresas.
Hoy N° 1824 22/07/2020