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03 de agosto de 2020

Camarada del PCR de La Plata

¡Hasta la victoria siempre Delia Gamarra!

Delia Gamarra, Lucrecia para nosotros, conoció al Partido y a la Asoma siendo campesina pobre y desocupada y llegó a ser parte de la Comisión Directiva de la Asociación. Luego, junto a un gran contingente de desocupados del campo, se suma a la CCC en El Peligro, llegando a ser la Coordinadora de la organización.

La historia del PCR en la zona agraria, y especialmente en El Peligro, van ligadas a la vida de Delia. De la mano de Mónica Sullings, nuestra entrañable Violeta, con sus ejemplos y enseñanzas el Partido pudo avanzar en tener el punto de referencia entre los obreros ocupados y desocupados, los expulsados de las quintas, los obreros rurales criollos y originarios. Fue un pilar en el movimiento de mujeres campesinas y su participación en los Encuentros Nacionales de Mujeres.

El dolor por su partida en medio de la lucha contra la pandemia, la imposibilidad de despedirla con el cariño y el amor que sus camaradas, familiares y compañeros le teníamos, y sobre todo la huella que trazó en el camino de la Revolución; nos motiva a compartir con todos los camaradas del Partido y la Juventud quién fue Delia Gamarra.

-Delia fue como una madre para muchos de sus compañeros. Con amor de madre se preocupó siempre por la olla, por el trabajo, por organizar los festejos del día del niño para generaciones enteras. Con firmeza de madre también retaba o aconsejaba según la ocasión. Ningún problema era menor para ella, ningún sufrimiento de los explotados no le dolía a ella, tenía oído para todos y especialmente para los jóvenes y las mujeres.

– Delia fue una «sencilla» de nuestro pueblo, reconocida dirigente por cientos de su misma clase social. Con aciertos y errores, como todos los hombres y mujeres de nuestro pueblo, pero con la capacidad de recapacitar ante el error, autocriticarse y andar una práctica para corregirlo.

-Delia era comunista, campesina y piquetera comunista. Orgullosa de su Partido y de esa huella que abrazó y a la que sumó tantos compañeros. Luchaba por la olla del día a día y porque en las reuniones todos opinen y sean protagonistas, solía decir que “había que conocer y manejar la política, sino te llevan de las narices…”. Fue un gran dolor para ella la partida de Otto Vargas y desde el barrio organizó llegar con un micro al homenaje que le hicimos el 20 de abril de 2019. Si no le llegaba el Hoy o si no salían los compromisos con el Partido, exigía y motorizaba para eso se resuelva. ¡Cuánto para aprender de Delia! También inculcó el respeto a los camaradas históricos del Partido, a la lucha y a la importancia de leer el Hoy en el organismo e invitaba a leerlo en el comedor.

-En la CCC fue muy importante para fortalecer la unidad, partiendo de la política. Un trabajo silencioso. No hay compañero que no tenga una anécdota con ella en ese sentido. En momentos difíciles, siendo pocos barrios o siendo más. Delia tenía una palabra de aliento y paciencia para no perder nunca el punto de vista en los ignorados del campo y la barriada. Pese a intentos de otras fuerzas políticas y del individualismo imperante, Delia puso siempre por delante la unidad de la CCC.

Fue rebelde hasta el final, con esa rebelión tan extraña de dar todo por los demás y no “guardarse” nada. De escuchar más que de exhortar, no pedía fotos ni reconocimientos personales, festejaba la alegría de los sencillos: que alcance la olla, que nazca un niño, que alguien consiga trabajo.

Si algún compañero opinaba por primera vez en una reunión lo alentaba, se ponía feliz… quizás, como decía el poeta, porque “la más hermosa de todas las dudas es cuando los débiles y desalentados levantan su cabeza y dejan de creer en la fuerza de sus opresores”.

Hoy, en medio de esta gran lucha contra la pandemia, es un compromiso de honor levantar el ejemplo de Delia. Cuando desde las clases dominantes en sus distintas variantes se empuja el “sálvese quien pueda y como sea”, el delegar en “salvadores” que aparecen unos meses antes de las elecciones y luego se borran, el “sálvate vos y que los demás se jodan”. Ante eso, Delia se rebeló y organizó Partido, CCC y la defensa de la salud en el barrio. Hasta las últimas horas de su vida.

Por todo esto, gritamos con el corazón partido del dolor…

Hasta la victoria siempre querida Delia.

Tu bandera, junto a la de Violeta, de Otto Vargas y de tantos otros que dieron la vida para terminar con la explotación del hombre porel hombre flameará en la victoria final de nuestro pueblo.

 

Corresponsal

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