La unidad reflejada en la convocatoria de los gremios SIPRUS, AMSAFE Rosario, ATE Rosario de la CTA A y el Sindicato de Trabajadores Municipales, NORTE Y AMRA de la CGT tuvo como eje entre sus centrales la reapertura de la discusión salarial en la paritaria y el rechazo al bono de $3000 para activos y $2400 para pasivos, no remunerativo y no bonificable, que otorgó el Gobierno de Perotti, por decreto, dejando de lado la discusión en la mesa paritaria.
Esta caravana a la que se integraron distintos sindicatos puso en evidencia que aún en medio de la pandemia el movimiento de los trabajadores va encontrando nuevas formas de resistencia y organización.
Fue un signo común en el relato de quienes participamos la alegría que causó ver a grupos de médicos y enfermeras aplaudiendo a la caravana en la puerta de los hospitales, mostrando su adhesión y participando desde el propio lugar de trabajo en el que mantenían las guardias mínimas. El otro dato importante a rescatar es la unidad lograda con diversos sectores, tal como lo fue en la confluencia al rechazo de la nueva Ley de ART o la lucha por la expropiación de Vicentin. Al fuerte atropello del gobierno de Perotti, los trabajadores estatales respondimos con gran fortaleza teniendo todos un mismo reclamo: «Queremos paritarias, aumento genuino de salario que nos permita ganarle a la inflación y condiciones de trabajo que cuiden nuestra salud y la del pueblo».
Fue una gran experiencia de lucha que seguiremos abonando para que este gobierno provincial escuche y respete nuestros derechos. La semana entrante seguirán las acciones y los paros así como el objetivo de aunar esfuerzos para consolidar un frente de estatales que mantenga la lucha hasta obtener paritarias y verdadero aumento salarial.
Desde su asunción hasta la fecha el Gobierno Provincial aplicó la misma receta que en el 2001 (Son los mismos actores: Michilg, Borgonovo, Agosto) ajuste y usar la crisis como excusa para castigar a los trabajadores y trabajadoras con aumentos insignificantes de sumas fijas y en negro.
El rechazo al bono en negro se hizo escuchar en toda la provincia con un paro municipal que recorrió varias localidades de norte a sur con epicentro en Rosario poniendo en discusión la necesidad de que las conducciones provinciales dejen de lado la condescendencia con el Gobierno Provincial y convoquen a un plan de lucha unificado que pueda torcerle el brazo Perotti y ponga en discusión la necesidad de una reforma tributaria integral en Santa Fe para que los sectores concentrados de la economía, como las agroexportadoras que no han dejado de facturar ni un segundo durante la pandemia, aporten más en este momento de crisis sanitaria para que el Estado pueda ponerse verdaderamente al servicio del pueblo garantizando salarios dignos, salud y educación dignas.
