Las revoluciones
“Nosotros cuando planteamos pueblada, Argentinazo, gobierno de unidad popular, siempre dijimos que estábamos planteando un camino de aproximación a la Revolución. Porque el problema no está en plantear la Revolución, sino en buscar los caminos de aproximación”. Las revoluciones nunca empiezan por el último acto, son como un drama, dijo Mao, y un drama comienza por el primer acto. La Revolución Rusa no comenzó con los obreros ni la Guardia Roja marchando por la principal avenida de San Petersburgo como sueñan algunos. Comenzó con una manifestación de mujeres en febrero de 1917 que en las puertas de las fábricas les gritaban a los obreros: ‘cagones salgan, peleen contra el hambre, tenemos hambre, queremos paz’. Así comenzó”. Otto Vargas, charla en la Facultad de Ingeniería el 14/12/2001 pocos días antes de la histórica pueblada. Ver Nueva Izquierda N.º 177.
Los Cuerpos de Delegados
Fueron las formas que encontraron la masas para bocetar los organismos de doble poder, y es una forma universal. En la primavera de Praga (Checoslovaquia, 1968), en Hungría (1956) o en Polonia (1980) los obreros se hicieron dueños de las fábricas organizando esos Cuerpos de Delegados.
Aquí en la Argentina los delegados surgen como representantes del sindicato. Sin embargo, bajo el propio peronismo, la huelga gráfica, la huelga azucarera tucumana del ‘49, la ferroviaria del ’51 y la metalúrgica del ‘54, demostraron que esos cuerpos de delegados podían girar de abajo hacia arriba. Los Cuerpos de Delegados constituyeron una característica muy importante del movimiento obrero argentino. Fueron los organizadores de las columnas del Cordobazo y de aquella delegación que se presentó ante la multisectorial de Córdoba que dirigía Primatesta, en el ‘76 previo al golpe de Estado. Todas las fábricas del Smata estaban tomadas, y esa delegación del Cuerpo de Delegados encabezada por dirigentes de nuestro Partido se presentó a exigir un pronunciamiento antigolpista… Aquí hay características muy particulares y originales del movimiento social y político que tienen que ver con la estructura, con las características nacionales, con tendencias insurreccionales que permiten esas grandes puebladas; y están los Cuerpos de Delegados que permiten la unidad más amplia de obreros, estudiantes, campesinos, desocupados, jubilados. Y los delegados barriales, que tenían la forma de delegados de calle, de pasillo… También en el campo las Ligas Agrarias se organizaron sobre la base de Comités de pueblos y delegados comarcales y provinciales. Otto Vargas, Balance de los ’70 en La trama de una Argentina antagónica. Editorial Agora.
Hoy N° 1839 04/11/2020