Siendo parte de la Corriente de Ingenieras e Ingenieros por el desarrollo de la ciencia, la industria y la tecnología nacional (CI) con base en la Universidad Nacional de la Plata y UTN-LP, formamos parte del proyecto de construcción de viviendas con impresora 3D desde hace varios meses. La cuarentena nos llamó a repensar de qué forma podíamos aportar en este contexto, desde nuestra formación en la Universidad pública.
Así fue que se motorizaron los proyectos de estufas solidarias, horno convector para esterilización de materiales sanitarios y recuperación de vías férreas.
Este proyecto de construcción de viviendas con impresión 3D es una novedad desde el punto de vista de la innovación tecnológica en el sistema constructivo, y al mismo tiempo se puede transformar en solución efectiva ante la emergencia habitacional, ya no solo de la provincia de Buenos Aires, sino en todo el país.
El proceso
Desde el Astillero Río Santiago venían estudiando y analizando la parte técnica. Los estudiantes secundarios de la Escuela Técnica del ARS habían comenzado con la propuesta y necesitaban resolver algunas cuestiones importantes para determinar la ingeniería básica, a la vez de enriquecer y dar impulso al proyecto.
Una premisa de los trabajadores es, sin cambiar su razón social de construir barcos, devolver a la comunidad tanto apoyo recibido cuando Macri quiso “dinamitarlos”. En ese camino habían construido ollas para los comedores barriales y los contenedores como salas para abordar la violencia de género. El gremio de ATE Ensenada, en su multifunción, va impulsando proyectos y formas de financiación.
Se formó un grupo de trabajo compuesto por profesionales del ARS, ingenieros e ingenieras en la CI, y un grupo de estudiantes de la Facultad de Ingeniería motorizado por la Lista Unidad. Luego, también se sumaron estudiantes de arquitectura.
Había muchos tipos de impresoras cuando comenzamos a investigar. El desafío era si lo podíamos concretar con producción nacional, y si podía ser útil ante la demanda habitacional del país. Desde el Astillero Río Santiago estaban los materiales, la mano de obra calificada, y por supuesto la calidad indiscutida de su personal para llevar adelante este proyecto.
La firma del convenio entre la UNLP, a través de la Facultad de Ingeniería y el ARS, hace apenas unos días le dio un fuerte empuje al proyecto. Se empezó a conocer en la comunidad que venimos trabajando en esto. Es muy importante el aporte que la UNLP a nivel de investigación y desarrollo pueda dar a medida que avance el proyecto. Una meta próxima es conseguir el financiamiento para el desarrollo del prototipo.
La impresora
El objetivo es construir una impresora 3D que tendrá desplazamiento en los tres ejes (largo, ancho y altura) y mediante una boquilla depositará la mezcla de cemento, agua, arena y aditivos, que formarán las paredes con capacidad autoportante (que no se derrumben).
Con este sistema, ya no solo se podría construir una sola vivienda, sino toda la línea de casas de una cuadra, continuando por una manzana y hasta un barrio entero; apuntando a resolver un plan de viviendas integral por zona.
Viviendas de calidad, de rápida construcción (todas las paredes de una casa se podrían construir en 20 horas), confortables, y amigables con el medio ambiente. Acopladas a la propuesta de huerta, biodigestores para desagües cloacales, recuperación de agua de lluvia, entre otros.
Crecen las necesidades
En CABA en total hay cerca de 40 asentamientos informales. En los 24 partidos del Gran Buenos Aires hay un total de 981 “villas y asentamientos precarios”. A nivel de la provincia de Buenos Aires son 1.800 villas, donde viven más de 423.000 familias, y a nivel nacional son cerca de 4.600.
Con el 38,9 % de la población de Argentina, y más de 17 millones de personas que la habitan, la provincia de Buenos Aires tiene una relación de más de 7 hectáreas por familia. Sin embargo, en los asentamientos del conurbano bonaerense, no se llega a disponer siquiera de una superficie de 32 m2 por familia.
Crece la importancia de la propuesta integral del proyecto de ley de Tierra, Techo y Trabajo presentado por Juan Carlos Alderete. La firma del convenio entre la UNLP y el ARS es un avance. Vamos por la financiación para el prototipo de la impresora. Y es fundamental a la vez, empujar políticas públicas que impulsen planes de viviendas para mejorar la calidad de vida de los más necesitados.
Siendo conscientes que estas necesidades estructurales no se van a resolver de fondo sin un Estado de nuevo tipo, y que para ello es necesaria la revolución que dé vuelta todo para que podamos tener la sartén por el mango, vamos generando propuestas ante cada necesidad. Propuestas que nos permiten poner en discusión nuestro rol, iniciando un camino con el protagonismo de todos.
Sin generar falsas expectativas y poniéndonos de cara a esas necesidades, como profesionales, avanzamos en un sentido revolucionario en la implementación práctica que las herramientas de una educación universitaria nos han podido dar.
Corresponsal
Hoy N° 1840 11/11/2020