La educación que necesitamos es una educación al servicio del pueblo y de la independencia de nuestro país. Que apunte al desarrollo de la producción, tanto en el campo como en la ciudad. Un desarrollo que beneficie a todos los sectores hoy postergados, que dé respuestas a las necesidades básicas, hoy acuciantes: trabajo, vivienda, salud, educación. Por lo tanto tal educación debe ser liberadora, a favor del pueblo y en contra de la extranjerización y expoliación de nuestros recursos estratégicos (campos, recursos energéticos, alimentos, minerales), que son el sustento de todo desarrollo.
Educación direccionada para un proyecto de país independiente, para lo cual será necesario enormes cantidades de profesionales, técnicos especializados, ingenieros de todas las ramas de la producción y muchas más escuelas y muchos más educadores. Para tal fin es imprescindible un presupuesto acorde para garantizar accesibilidad a la educación formal, una relación alumno-docente justa y las condiciones materiales mínimas: edificios, comedores, canasta escolar, becas, salarios igual a la canasta familiar por cargo o su equivalente en horas cátedras, etc.
La pregunta es: ¿qué proyecto de país tienen las actuales políticas educativas que impulsan Cristina K y Sapag? ¿Son distintas o iguales? ¿Serán las que el pueblo necesita? ¿Tendrá el presupuesto necesario, para tal fin?
La política para educación de CFK
En su discurso del día 1º de marzo dedicó 15 minutos a fustigar a los docentes que con justa razón salieron a luchar el año pasado, con tal cinismo, ya que sus políticas K son las que dieron los fundamentos para salir luchar y defender la educación publica. Mientras anunció su "gran política de subsidios a las escuelas privadas" y dedicó tiempo a justificar, "que ahora los padres hacen el esfuerzo económico, para garantizar los 180 días de clases"; como si solo esto garantizará una buena educación.
El gobierno de CFK solo beneficia a quienes siempre saquearon nuestras riquezas: los terratenientes y monopolios exportadores (petróleo, soja, oro, aluminio). Es en beneficio de estos sectores que también pretende adecuar el sistema educativo con las Leyes Nacionales y Provinciales de Educación, la Ley de Educación Técnico Profesional y la Ley de Financiamiento Educativo. Leyes que es necesario derogar.
Y, el gobernador Jorge Sapag…
En la política educativa, su línea es mantener un presupuesto y salarios bajos, descentralizar el mantenimiento de las escuelas como lo han aceptado la mayoría de los intendentes (medida ya rechazada con la lucha contra la Ley Federal de Educación), y seguir aplicando las leyes educativas nacionales, que son una continuidad de la LEF.
Mientras el esquema económico es de continuidad, ya que acaba anunciar que este año harán todas las prórrogas de las concesiones petroleras que vencen entre 2015 y 2017. Junto con su socio político Pereyra del Sindicato Petrolero, un personero de Repsol y las patronales petroleras han anunciado la renegociación de los contratos petroleros, que no es ni más ni menos que prorrogar los existentes.
Entonces su proyecto de país no se distancia del de Sobisch, en lo más mínimo. Por lo tanto, tampoco cambiará en esencia su política educativa (a pesar que se muestre como ruptura), que es la misma que impulsa Cristina Fernández de K.
El gobierno de Sapag asumió el gobierno en difíciles condiciones. Una, por el resultado electoral, ya que el MPN no controla las principales municipalidades de la provincia. Segundo porque su Partido no esta unido, Sobisch todavía conserva una fuerza importante. Y tercero, que es lo principal, por el revulsivo social, ya que las luchas del 2007 han dejado muy desprestigiados a los gobernantes, la experiencia demostró a las masas, que no vienen a resolver los problemas populares. Es por esto que Sapag necesita ganar tiempo, para consolidarse y llevar a cabo sus planes.
Muchos recursos y superávit para pocos, poco presupuesto para el pueblo
Puede que sea real, que este presupuesto es escueto, ahora, no es cierto que la provincia no cuente con recursos. Pues es cuestión de decisión política, ya que en la práctica es totalmente posible, que las áreas petroleras vuelvan a ser controladas por el estado. Además es necesario reclamar que el gobierno nacional coparticipe impuestos como el de las naftas que solo engorda su caja para borocotizar y pagar deuda externa, ilegítima, fraudulenta y usuraria.
Todos al paro
Camino a lograr la educación que el pueblo y el país necesitan, es hora de luchar para que Sapag, vuelva atrás con el proceso de municipalización, que aumente el presupuesto educativo, por comedores y viandas, por el boleto estudiantil gratuito y para aumentar los salarios igual a la canasta familiar.
Es necesario profundizar el debate sobre:
• Que proyecto de país representan las leyes educativas kirchneristas.
• La distribución de las riquezas: retenciones petroleras / coparticipación (como en el campo, que vuelvan a la región nuestro patrimonio).
• Rumbo a nacionalizar nuestros recursos, aumentar las regalías petroleras en cantidad suficiente, para lograr: salud, educación, vivienda y trabajo.