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16 de junio de 2021

Participación, acción y agenda

Las mujeres colombianas en el Paro Nacional

Los 44 días de paro nacional en Colombia muestran la resistencia de un pueblo que desea cambios del gobierno, dignidad y mejores condiciones de vida, en una sociedad marcada por la desigualdad y la pobreza acrecentada por la crisis multidimensional y la pandemia causada por el Covid 19. Las acciones de movilización han mostrado la diversidad de las luchas en múltiples territorios, la amplitud de la participación del pueblo, la vinculación de nuevos actores entre los que se destacan jóvenes y mujeres, un fortalecimiento de la conciencia política y apoyo al paro de la mayoría de la población.

Ante esto, los poderes tradicionales y las clases dominantes no se han quedado quietos, al contrario, fortalecen las acciones de la policía, militares, civiles armados y paramilitares para apaciguar al pueblo. De acuerdo con la información reportada por Defender la Libertad (Ver https://defenderlalibertad.com/boletin-informativo-17-paronacional/), entre el 28 de mayo al 2 de junio se han presentado 77 homicidios, 106 víctimas de violencias basadas en género, 1.246 personas heridas, 74 lesiones oculares, 87 por armas, 158 personas defensoras de derechos humanos agredidas, 346 presuntamente desaparecidas, 2.808 detenidas (gran parte de ellas, por medio de procedimientos arbitrarios siendo sometidos a tortura y tratos crueles e inhumanos), 1.304 denuncias por abusos de poder autoridad agresiones y violencia policial. La campaña SOS Colombia, y las consignas “nos están matando” y “Duque pare la masacre” han llamado la atención internacional, entre ellos, la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA a quien se le presentaron las diferentes denuncias por las violaciones de los derechos humanos; y el cambio de visión ante un régimen fascista, indolente que no le interesa la vida del pueblo, sino seguir fortaleciendo el modelo económico que ya se encuentra en crisis.

Pese a lo anterior, se mantienen acciones de movilización y organización en los territorios: las diferentes formas de lucha organización, la primera línea, las expresiones artísticas y culturales, y el desarrollo de las asambleas populares que se caracterizan por la diversidad de sus participantes, por la discusión abierta, las ollas comunitarias, la autogestión y ejercicios pedagógicos, para incluir a nuevos sectores y pobladores. Las asambleas se constituyen también en escenarios para la decisión y acción con relación al paro y de los territorios.

 

Participación e incidencia de las mujeres

La vinculación de más mujeres al proceso de protesta y de movilización se enmarca en un contexto de acción e incidencia a nivel mundial, en contra del patriarcado y el capitalismo que permite juntar voluntades, acciones y sueños para construir una sociedad diferente en donde podamos ejercer, desde la diversidad los derechos y la autonomía. En el paro y levantamientos se evidencia la acción de las mujeres en las calles, plazas, su vinculación a las Primeras Líneas de resistencia, así como en el cuidado y protección de las vidas. La discusión y acción en las asambleas populares refuerza el interés para la construcción de nuevos espacios en la articulación de los territorios, la construcción de espacios propios, entre ellas la preparación de la Asamblea Popular Nacional de Mujeres y Feministas.

Las mujeres en Colombia han sufrido las afectaciones de la guerra, y los ejercicios de militarización y asistencia militar declarada por el gobierno (el Decreto Nacional 575 del 28/5/2021, expedido por el presidente Iván Duque, vulnera el derechos a la protesta, llamando a la utilización del fuerza y la presencia del Ejército en los puntos de resistencia y de bloqueos), pone en riesgo la vida, la vulneración de los derechos, las violencias machistas y estatal, el feminicidio y la afectaciones a las libertades y autonomías. Las consignas ¡No parimos hijos e hijas para la guerra!, ¡No somos botín de guerra!, se retoman para exigir alto a la masacre, la defensa de la vida no solo para ellas, sino para familiares, hijos e hijas; el respeto del cuerpo y el rechazo a las violaciones sexuales de mujeres provenientes tanto de las fuerzas militares y de policía como de civiles participantes en el paro.

La agenda de reunión de las mujeres es diversa, amplia y profunda, atiende a la lucha contra el patriarcado en todos sus niveles, a los efectos que ha generado la pandemia (mayor feminización de la pobreza, desconocimiento de las actividades del cuidado y la reproducción, entre otras), y la profundización de las violencias, que ha llevado a que muchas mujeres se sumen a la campaña nacional por feminicidio y violencias machistas y estatal.

Las mujeres y feministas reivindicamos el derecho a la vida, a las autonomías, al respecto de los cuerpos, de las decisiones autónomas, a los derechos sexuales y reproductivos, al trabajo remunerado y no remunerado, renta básica, entre otras más. En el desarrollo del paro reivindicamos la libertad de expresión y movilización, rechazamos las violencias basada en género, así como la estigmatización de la partición de las mujeres en las diversas acciones que se desarrollen.

En el marco de los procesos de articulación, las mujeres y feministas trabajamos por el reconocimiento e incidencia en el espacio social y popular, somos un rostro colectivo, y la acción política debe tener en cuenta la inclusión e incidencia de las mujeres diversas, afro, negras, indígenas, populares, lesbianas, trans, bisexuales, de todas las edades y de muchas más. Los ejercicios de articulación nacional, departamental, municipal y sectorial deberán tener en cuenta la autonomía de las mujeres, demandando la paridad en los diferentes escenarios políticos existentes y de los nuevos creados.

Las acciones que se adelanten en los territorios y sectores existentes deben tener en cuenta la pluralidad de las luchas y de organización, unas nuevas formas de hacer política, la voz y la decisión de las mujeres, y eso puede ser una realidad si se tiene la consciencia de construir un pacto antipatriarcal para transformar las prácticas existentes, modificar las relaciones de dominación y de privilegio, eliminar los machismos y micromachismo, y avanzar así en los ejercicios de poder popular desde los territorios y en la acumulación de los escenarios de lucha y organización en el país.

Red Rojo y Violeta – Colombia

Hoy N° 1868 16/06/2021