El 17 de junio se llevó adelante el primer paro general de 24 horas contra el gobierno de Lacalle Pou, convocado por la convención obrera, el PIT-CNT (Plenario Intersindical de Trabajadores – Convención Nacional de Trabajadores), por iniciativa e impulso de los sectores clasistas.
El año pasado la crisis económica internacional potenciada por la pandemia del Covid-19 se expresó gravemente en Uruguay, que sufrió una recesión muy importante, con la caída del 5,8% del PBI, lo que llevó la desocupación a 200.000 trabajadores/as (cerca del 12%), los seguros de paro a cerca de 200.000 y hoy todavía, con una perspectiva de crecimiento del PBI del 2,5%, están en 80.000. El trabajo llamado informal sigue en alrededor de 400.000 y la pobreza, de acuerdo a los cálculos oficiales creció en 100.000 personas llegando hoy a las 400.000. 150.000 personas comen en las cientos de ollas populares.
El oportunismo predominante en la mayoría de la dirección del Pit-Cnt en concordancia con la política de “oposición responsable” frente al gobierno de la coalición de la derecha tradicional y la ultraderecha, planteada por el Frente Amplio el año pasado, definió una política de “diálogo nacional”. Esto significó en los hechos no luchar consecuentemente frente a los tarifazos, la LUC (Ley de Urgente Consideración), el ajuste y acordar la rebaja salarial, sin lucha, en el sector privado, con el “acuerdo puente” en los Consejos de Salarios.
A consecuencias de esta política los trabajadores del sector privado perdieron un 4% del salario y los del sector público un 5%, como parte del ajuste concretado en el Presupuesto Quinquenal.
Ante la intención del gobierno y las cámaras empresariales de mantener esta situación en la nueva ronda de los Consejos de Salarios y en la Rendición de Cuentas presupuestal (anual), instancias que se abren en julio, la necesidad de dar la lucha se fue imponiendo.
El otro tema de gran importancia que reivindicó el paro, es la lucha por la vida ante la política sanitaria llevada adelante por el gobierno frente a la pandemia, que en abril y mayo, elevaron los fallecimientos por Covid-19 a más de 5.000 personas, colocando a Uruguay lamentablemente primero a nivel mundial en fallecidos en relación a la población.
El gobierno de Lacalle Pou mantuvo su política de “libertad responsable”, o sea de no tomar medidas restrictivas drásticas de la movilidad, la actividad económica y comercial y no darle cobertura económica suficiente a los afectados por la crisis, los desocupados, a los llamados informales y a las pequeñas y medianas empresas.
Es recién a partir del 2/6 que junto al avance de la vacunación hay una disminución de los contagios, casos activos, pacientes en terapia intensiva y fallecimientos.
El paro fue activo, con actividad de recolección de firmas por el Referéndum contra la LUC y tres caravanas de automóviles que recorrieron Montevideo. Los sectores clasistas se concentraron en la Plaza Independencia frente a la Torre Ejecutiva.
Como paro de actividades fue importante, aunque los sectores de la salud y el transporte público tuvieron que mantener servicios para permitir la vacunación.
Está en su fase final la recolección de firmas para lograr un Referéndum contra 135 artículos de la LUC, ley reaccionaria aprobada por este gobierno en julio del año pasado, que contiene 476 artículos, muchos de ellos represivos y punitivos, gatillo fácil, etc., y que restringen las libertades sindicales, a la ocupación y los piquetes, que incluye una reforma regresiva en la educación eliminando la integración de los docentes en los principales organismos de dirección, el impulso de las privatizaciones principalmente en Ancap (monopolio estatal de combustibles) y Antel (telefónica estatal) la venta de tierras del Instituto Nacional de Colonización, que deberían adjudicarse a los miles de trabajadores y familias pobres del campo que reclaman tierra para trabajar.
El plazo para la recolección de las 675.000, o sea el 25% del padrón electoral, vence el 9/7. Se necesitan unas decenas de miles más para cubrir las que sean anuladas. Hay recolectadas ya cerca de 600.000 a pesar de las dificultades de organización por la pandemia y de llegarse a las firmas exigidas se convocaría a un Referéndum, lo que sería un golpe duro para este gobierno entreguista, hambreador y represivo.
Hoy N° 1870 30/06/2021
