El paro agrario estimuló las contradicciones que se venían incubando entre los de arriba.
La relación de "negocios y odios" con el grupo Clarín, estalló. Hay muchas cuestiones en las que ese grupo defiende su supremacía en los medios de comunicación: no tocar la ley de radiodifusión, "triple play" (abono telefónico, de TV por cable e Internet), disputa por Telecom, señal de TV digital (Clarín empuja la yanqui y el gobierno no definió todavía). Sobre todo, enfrenta la penetración en ese sector de los Kirchner que buscan armar su propio multimedios de masas, con grupos como el del mexicano Slim.
Pero más allá de eso, Magnetto, el capo de Clarín, le estaría aplicando a los Kirchner la misma regla que usó con la dictadura, Menem y otros gobiernos: los apoya y negocia cuando están fuertes, y pasa a la oposición cuando se debilitan. Nadie sabe adónde puede llegar esta guerra entre el gobierno y Clarín, que también puede terminar en una hora con un acuerdo de mutua conveniencia.
02 de octubre de 2010