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11 de agosto de 2021

A 171 años de la muerte del Libertador

San Martín y los originarios

El general José de San Martín falleció en el exilio en Francia en 1850, tras su destacadísimo papel en la guerra de la independencia contra el colonialismo español. Recordaremos en su homenaje la relación del Libertador con los pueblos originarios.

Como recuerda el Programa de nuestro Partido “El 9 de julio de 1816 el Congreso de Tucumán declaró la independencia de España “y de cualquier otra dominación extranjera”. La guerra de guerrillas de los pueblos de Salta, Jujuy y del Alto Perú, la independencia de Paraguay liderada por Gaspar Francia, y el curso de la revolución en la Banda Oriental, encabezada por Artigas, permitieron mantener la independencia declarada en Tucumán y cubrieron la espalda de San Martín, quien, apoyándose en los pueblos de Cuyo, en acuerdo con los patriotas chilenos, pudo conducir la epopeya histórica de construir el Ejército de los Andes y cruzar la Cordillera. Para esto contó, a su vez, con el acuerdo y apoyo de los originarios pehuenches y mapuches de ambos lados de la cordillera, guaraníes y ranculches que encabezaron Neculñaco y Huentecura.

“Tras el triunfo en Chacabuco, y a pesar del revés en Cancha Rayada, el Ejército de los Andes pudo derrotar definitivamente a los realistas en los campos de Maipú. Posteriormente, pese a la oposición de la oligarquía bonaerense, pudo llegar por mar a Lima y contribuir a la independencia del Perú”.

El 10 de septiembre de 1816, desde el Cuartel General en El Plumerillo (Mendoza), el General San Martín escribía al Gobierno de Buenos Aires:a ellos no les importa seguir siendo una colonia. Sus hijos quedan en sus casas gordos y cómodos, un día se sabrá que esta patria fue liberada por los pobres y los hijos de los pobres y los negros que ya no volverán a ser esclavos de nadie» General José de San Martín… “He creído del mayor interés tener un parlamento general con los indios pehuenches, con doble objeto, primero, el que si se verifica la expedición a Chile, me permitan el paso por sus tierras; y segundo, el que auxilien al ejército con ganados, caballadas y demás que esté a sus alcances, a los precios o cambios que se estipularán: al efecto se hallan reunidos en el ‘Fuerte de San Carlos’ el Gobernador Necuñan y demás caciques, por lo que me veo en la necesidad de ponerme hoy en marcha para aquel destino…”.

Así fue que los caciques mapuche-pehuenches liderados por el reconocido Gobernador Necuñan, el cacique de mayor edad, escucharon atentamente los planes de San Martín y, luego de deliberar uno por uno, resolvieron dar su apoyo, con la excepción de tres caciques, que el resto se comprometió a “controlar”. Los festejos del acuerdo duraron 4 días, las armas quedaron en custodia y hubo alcohol e intercambio de regalos, donde San Martín recibió su famoso poncho blanco cuyas guardas tenían un diseño que lo designaba Toki, jefe guerrero. Por lo que pudo escribir: “Concluí con toda felicidad mi gran Parlamento con los indios del sur: auxiliarán al ejército no sólo con ganados, sino que están comprometidos a tomar una parte activa contra el enemigo…”

Lo que se materializó luego no sólo en la llamada guerra de zapa (dando a los españoles una información falsa acerca de los pasos por los cuales iba a cruzar San Martín, solicitando ganado a cambio para que les creyeran) y el aporte de mulas, caballos y ganados. Sino también en la participación en la campaña libertadora de unos 2.000 mapuches-pehuenches, activos tanto como baqueanos en el cruce de los Andes, como guerreros en los campos de batalla, junto a los criollos pobres sirvientes de los estancieros, negros y mulatos. Por eso también escribió San Martín: “Los ricos y los terratenientes se niegan a luchar, no quieren mandar a sus hijos a la batalla, me dicen que enviarán tres sirvientes por cada hijo solo para no tener que pagar las multas, dicen que a ellos no les importa seguir siendo una colonia. Sus hijos quedan en sus casas gordos y cómodos, un día se sabrá que esta patria fue liberada por los pobres y los hijos de los pobres, nuestros indios y los negros que ya no volverán a ser esclavos de nadie”.

San Martín comprendió que “la decisión de los pueblos de defender la libertad con las armas en la mano permitió la continuidad de la guerra emancipadora. Permitió, además, que se utilizaran a favor de la independencia de nuestros países las disputas entre las distintas potencias europeas que, junto a la sublevación del pueblo español desde 1808, jugaron un papel importante en el debilitamiento del poder militar de la corona. Así se logró la independencia nacional”, señala el Programa del PCR, que agrega “La hegemonía de los terratenientes y grandes mercaderes criollos hizo que fuera una revolución inconclusa: no se resolvieron las tareas de la revolución democrática, principalmente las tareas agrarias. Cuestión que aflora en todas las luchas posteriores y que aún hoy, entrelazada con la nueva cuestión nacional y social en esta época del imperialismo y la revolución proletaria, sigue sin resolverse”.

 

Hoy N° 1876 11/08/2021