El lunes 30 y martes 31 de agosto de 2021 tuvo lugar en el cementerio de Villa Paranacito la exhumación por orden del juez federal de Concepción del Uruguay de 7 sepulturas señaladas como NN e indicadas por quien fuera el sepulturero de los años 70, quien lo hizo por orden de Prefectura Naval, la que en su guardacosta dejaba los cadáveres en el muelle, en una bolsa de nylon negra para ser enterrados. Causa impulsada por la fiscal Josefina Minatta.
El trabajo empezado en los años 80, cuando organizamos con los obreros de Celulosa el sindicato Rural y aparecen los primeros testimonios directos de algo que sabíamos, y que adquiere forma con la publicación de El lugar perfecto, de Ediciones Cinco, un trabajo que recopila decenas de testimonios y da idea de la dimensión del terrorismo perpetrado por la dictadura en esta región, con la denuncia hecha por su autor, Fabián Magnotta, hace 8 años, queda encauzado como un proceso judicial que recién a fines del año pasado toma impulso.
Las formas del proceso, que hacen depender los pasos muchas veces de la “fuerza federal” o sea, la propia Prefectura Naval, junto con el rechazo del sector de la zona cómplice de esos crímenes, obligan a una permanente vigilancia y seguimiento para que no se desvirtúe algo tan sensible y trascendente para que se haga justicia, por tarde que sea. NO dejaremos de exigir la investigación del asesinato del Prefecto Febres hecho en las propias dependencias de ese organismo de “seguridad” de este estado. La vigencia de ese mensaje criminal impune, filas adentro, es de absoluta vigencia, y es una de las trabas a remover para que se abran todos los archivos de la dictadura y las investigaciones no deban seguir pasos tortuosos.
La declaración de un terrorista de estado de que desde Rosario también se arrojaron personas en el Delta, ha incorporado a la justicia Federal de Rosario a la investigación, quien estuvo también en el proceso de exhumación, proceso llevado adelante por el equipo de Antropología Forense.
Los hallazgos confirmaron lo expresado por el sepulturero, ya que incluyen restos de nylon negro y un cráneo con dos disparos. La tragedia traumática que hemos vivido como nación necesita de verdad para que se pueda consolidar un proceso popular donde los terroristas de verdad no gocen de tanta impunidad para seguir operando.
Escribe Jorge Temporetti
