La Trata y el tráfico de mujeres con fines de prostitución son formas de violencia y esclavización donde se entrelazan la explotación de clase, la dominación y la violencia de género. Los cuerpos, fundamentalmente de las mujeres y niñas, son reducidas a simples objetos que se compran y se venden en el mercado.
En Argentina, cientos de ellas son secuestradas y desaparecidas por estas redes de proxenetas y muchas han sido asesinadas.
En la trata y la prostitución se encuentran involucrados los poderes políticos del Estado, por lo tanto decimos que el Estado, los gobiernos, los poderes legislativos y la justicia, son responsables de lo que NO hacen, no persiguen a los explotadores, no respetan ni protegen los derechos humanos de las víctimas, no realizan campañas destinadas a desnaturalizar a la prostitución y mostrarla como lo que realmente es: explotación y violencia. La prostitución y la trata son dos caras de una misma moneda. El 90% de los casos de trata son mujeres y niñas, solo por nombrar algunas: Marita Verón, Sofía Herrera y Guadalupe.
Hoy más que nunca con la pandemia aumentó la crisis sanitaria, económica y social, y en este contexto el negocio de la Trata crece a pasos agigantados, negocio donde se manejan cifras millonarias.
La Trata de Personas se ha extendido en forma alarmante en los últimos 30 años con millones de víctimas que, en su mayoría, son mujeres y niñas de los pueblos y naciones oprimidas por las potencias imperialistas. En este sentido son las mujeres más pobres las que por desesperación, son engañadas y esclavizadas.
La Trata de Mujeres tiene una larga historia en la Argentina. Desde fines del siglo 19 con las grandes corrientes inmigratorias europeas, hizo eclosión «la Trata de blancas», como se llamaba entonces al comercio de Mujeres con fines de prostitución. El negocio fue de tal magnitud que en Europa se veía a Buenos Aires como un puerto de mujeres desaparecidas y «vírgenes europeas secuestradas para vender su cuerpo y bailar el tango». A partir de 1875 la prostitución fue legal en Buenos Aires. Hace más de un siglo se debate entre nuestro país la Trata de mujeres con fines de prostitución.
El Día Internacional contra la explotación sexual y el tráfico de mujeres y niños, que se conmemora cada 23 de septiembre, fue instaurado por la Conferencia Mundial de la Coalición Contra el Tráfico de Personas en coordinación con la Conferencia de Mujeres que tuvo lugar en Dhaka, Bangladesh, en enero de 1999. Tiene como objetivo fundamental denunciar unas prácticas abusivas que suponen el tercer negocio ilegal más lucrativo del mundo, tras las armas y las drogas.
El primer intento legislativo en el continente americano, contra la prostitución de mujeres y niños, aprobado desde 1913, sucedió en nuestro país, Argentina. El autor fue el Dr. Alfredo Palacios y fue la primera Ley en América que protegía a las víctimas de explotación sexual y penalizaba a las víctimas de explotación sexual y penalizaba a los responsables.
El cambio que hay es que cada vez diferentes organizaciones de mujeres nos sumamos a esta dura lucha denunciando a los responsables y sus cómplices en el poder político. En los propios Encuentros Nacionales de Mujeres se comparten muchas experiencias de lucha contra la Trata en todo el país y eso nos enseña y nos fortalece.
Son batallas heroicas que con la solidaridad y la movilización popular, conseguimos rescatar a algunas víctimas, muchas de ellas provenientes del norte argentino y de países hermanos como República Dominicana, Paraguay y otros.
- Prostitución no es un Trabajo.
- Considerar la prostitución como trabajo legal, favorece la Trata y legalidad de proxenetas.
- Desmantelamiento de las redes de Trata.
- Ni una mujer más víctima de las redes de Trata.
- Las estamos buscando. Las queremos con vida.
- Basta de desapariciones y asesinatos de Mujeres y niñas.
- Educación sexual integral en todos los niveles y modalidades.