Es cierto que hay un sostenido descenso de casos y muertes. Este descenso lleva 17 semanas.
En el reporte de hoy (22-09-2021) del Ministerio de Salud de la Nación se registra una continuidad del descenso de casos y ocupación de camas por Covid. Casos informados en todo el país, en las últimas 24 horas: 2034. Fallecidos informados en las últimas 24 horas: 106. Porcentaje de ocupación de camas adultos por todas las patologías, público y privado: 37,9%.
En el día de hoy (22-09-2021) no se registraron casos Covid en el Hospital Posadas.
Vacunados con sólo una (1) dosis: 29.169.808 personas (58 % de las dosis aplicadas). Vacunados con dos (2) dosis: 20.840.361 personas (42 % de las dosis aplicadas).
Medidas de protección, control de fronteras y vacunación han permitido (al menos hasta ahora) retardar la entrada de la variante Delta y hacer más manejable la situación.
Fue justo intentar proveerse de vacunas para la emergencia. Las vacunas se convirtieron en un material de importancia geoestratégica para las potencias y un bien escaso. Muchos hechos son hoy prueba de ello. El macrismo en sus variantes, se ocupó de atacar al gobierno y no en denunciar las condiciones que pedían las potencias que, en el caso de Pfizer, exigió que ni siquiera tuviera que afrontar juicios por negligencia. Sin embargo, el carácter estratégico convierte a las vacunas en un elemento de soberanía.
Por eso fuimos parte de un reclamo para que se aporte el dinero necesario para el desarrollo de vacunas de patente argentina. Argentina está entre los 10 países del mundo, sobre 195, capaz de investigar, desarrollar y producir vacunas propias.
La mejora en la situación se ha logrado frente a sucesivas campañas opuestas a las medidas contra la pandemia (“infestadura”, “totalitarismo”, acusaciones de limitación de libertades, propagandizar que las Vacunas eran veneno e “incorporaban chips de control” o producían efectos magnéticos, promover el uso de sustancias tóxicas como el dióxido de cloro, difundir el mito de la “cuarentena más larga del mundo” ocultando que esa oposición había logrado perforar las medidas hacía principios de junio de 2020. Hacia el cuarto trimestre de 2020, el periodista Jorge Asís criticó las medidas diciendo que se basaban en “muertes imaginarias”. Recién se autocriticó en marzo de 2021, ante la evidencia de “muertes reales”. El ex presidente Macri (al igual que Jair Bolsonaro) afirmó que era una gripe un poco más grave que no debía preocupar. El vacunatorio VIP o las fotos de la fiesta en Olivos, contribuyeron a debilitar las medidas y ofendieron a un pueblo que, con su protagonismo, le puso solidariamente el cuerpo a la lucha contra el coronavirus.
Desde el principio alertamos que, en esta pandemia, enfrentábamos una situación de la gravedad (para la humanidad) de una guerra mundial. En la pandemia de gripe española de 1918-19 se estima que murieron 50 millones de personas, mientras que en la Primera Guerra Mundial (1914-18) se estiman unos 22 millones de muertos. Y dijimos que no se trataba de economía o pandemia (como, entre otros, sostenía el ex – presidente Macri) sino de otra economía para enfrentar la pandemia y la postpandemia.
Y todas las medidas en este sentido fueron atacadas ferozmente por los mismos que se oponían a la lucha contra la pandemia. Sostuvimos y sostenemos que la grave situación social, así como la gravedad de la pandemia exigían y exigen una economía distinta y que había y hay fondos para enfrentar la situación sanitaria y social del pueblo y sus consecuencias.
En este marco, ante las medidas de liberalización, alertamos que la situación aparece más controlada, pero de ninguna manera pasó el peligro. El ejemplo de países europeos (y de la misma Israel) que dieron por terminada la pandemia y festejaron, nos debe alertar para no hacer lo mismo.
Hay tres elementos que deben mantenerse y desde allí disponer distintas aperturas:
- a) Intensificar la vacunación, prestando atención a los sectores vulnerables (sanitaria y socialmente) y a los jóvenes que, por tener una intensa vinculación social, se convierten en factores de transmisión.
- b) Mantener un estricto control de fronteras terrestres, marítimas y aéreas. Hasta ahora la bioseguridad se restringía a lo interno de la actividad sanitaria. Los países europeos que liberaron sus fronteras, rápidamente debieron dar marcha atrás. Esta pandemia puso a la orden del día la necesidad de una bioprotección de la población y de la biodefensa de las fronteras (parte de la Defensa Nacional).
- c) Es preciso entender que el uso de barbijo es clave para impedir y/o controlar los contagios. El barbijo frente a una enfermedad de transmisión por vía inhalatoria es comparable al preservativo en una enfermedad de trasmisión sexual (como la gonorrea o el HIV). Es cierto que al aire libre y en situaciones de separación entre personas se puede ser más laxo en su uso. Pero la aproximación de personas a menos de 1,5-2 metros o situaciones de gran intensidad de contacto (aglomeraciones, festivales, etc.) exigen su uso. Se sugiere mantener la regla de los dos mayores y los dos menores: mayor distancia y menor tiempo de contacto, mayor ventilación y menor intensidad de contacto.
El pueblo argentino no se ha expresado en pro de una política de ajuste y entrega nacional. Ha manifestado su enojo porque no se ha contemplado suficientemente la necesidad de medidas que apunten a resolver con urgencia la grave situación social y económica que sufre. Y hay dinero para ello.
Hoy N° 1883 29/09/2021