Su militancia contra el dictador Trujillo y el rechazo de una de ellas al acoso que aquel le infligía como mujer, sellaron su sangrienta muerte.
En 1981, el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe realizado en Bogotá, Colombia, decidió la institución de esa fecha en conmemoración de las hermanas Mirabal y de todos los atropellos y violencias que sufren las mujeres.
En nuestro país, en lo que va del año, según Ofemmm, se registraron 193 femicidios, 1 cada 36 horas. Estas cifras demuestran que ser mujer en nuestro país es un factor de riesgo donde llegar a nuestras casas sin atravesar violencias se ha convertido en una terrible y cruel realidad.
Nos matan por el sólo hecho de ser mujeres, porque los varones violentos y asesinos se creen dueños de nuestras vidas y de nuestros cuerpos. »O sos mía o no sos de nadie», afirma la fría y célebre frase, pero aunque digan que son enfermos/psicópatas, no lo son, son gozadores de abuso de poder, producto de un sistema estructural de opresión donde se coloca a la mujer en un lugar de subordinación y vulnerabilidad.
Por eso, el problema de la violencia contra las mujeres es un problema de todos y no sólo de las mujeres. Cambiar esta sociedad será imposible sin aunar la fuerza de los oprimidos en el cual las mujeres hemos demostrado que cuando nos ponemos de pie tenemos una fuerza arrolladora capaz de hacer temblar al opresor.
En este nuevo 25 N nos preparamos para ser parte de una nueva jornada de lucha, hoy atravesada por el agravamiento de la emergencia sanitaria, económica y social. Pero hoy más que nunca se escucharán las voces de las miles de promotoras que fueron parte del extraordinario y masivo Congreso Federal de Promotoras realizado los día 14 y 15 de mayo de este año, redoblando nuestro esfuerzo en el reclamo por que se declare la Emergencia Nacional en Violencia hacia las mujeres y se destine una partida presupuestaria extraordinaria para rápidamente poner en práctica medidas que permitan resolver los graves problemas de violencia de las mujeres por un lado y el reconocimiento económico para las promotoras en prevención de la violencia, ya que fueron y son quienes garantizan las redes territoriales con asistencia, asesoramiento y acompañamiento en forma permanente. Más allá de que la mayoría de ellas, además están a la cabeza de la lucha contra el hambre al frente de comedores y merenderos.
Las mujeres seguiremos en las calles, en defensa de nuestras conquistas y leyes que hemos conseguido con la lucha.
Este 25N, llenemos las plazas de Argentina, reclamando:
- ¡Basta de femicidios!
- Emergencia Nacional en Violencia hacia las Mujeres. No hay ni una menos, sin emergencia nacional.
- Reconocimiento económico para las promotoras.
- Techo, tierra y trabajo para todas.
Escribe María Rosario
Hoy N° 1890 17/11/2021