Al comienzo de la charla, el Vasco no comenta que a fin de octubre, más de 250 promotoras de salud recibieron su diploma de graduación luego de meses de formación teórica y práctica en la Escuela de Salud Popular Ramón Carrillo.
“La graduación fue un paso de lo que se viene haciendo desde hace casi dos años. Si bien en la zona teníamos algo de experiencia en pelear la salud en manos del pueblo, agarró mucho envión con la pandemia, y con la decisión del Partido, del Comité Central para abajo, de que el pueblo protagonice la pelea contra la pandemia. Fuimos al encuentro de una corriente en la masa que no estaba dispuesta a quedarse encerrada, y partía de los sectores de nuestra población para los que quedarse en casa era imposible.
“Esas promotoras, mujeres sencillas que trabajan en los comedores o en algún taller, decidieron aprender para enseñarle a otros. Hubo toda una primera etapa en que las integramos con los comités populares que peleamos formar. A partir de esos comités se discutía dónde eran necesarios los operativos Detectar, y la forma de garantizar que los operativos lleguen a todos los rincones del barrio. Eso lo hacían las promotoras, que saben que en tal casa vive tal persona que tiene tal problema, cuántos viven, etc. Se hicieron cientos de operativos, reclamando al Estado provincial y municipal los insumos.
“Ahí fue creciendo la demanda de las compañeras por aprender. Así arrancamos con una Escuela de Salud que formamos con el Evita, Barrios de Pie, Movimiento Octubres y nosotros junto a Asoma. Los capacitadores fueron profesionales de la salud, enfermeros, de la Corriente Salvador Mazza, principalmente. La Escuela duró 16 encuentros, con una parte teórica y una práctica. Se inscribieron 560 compañeras, y decimos compañeras porque la proporción es del 99% mujeres.
“Esto tiene que ver con la historia de nuestro pueblo, que siempre en los momentos difíciles las mujeres son las que primero salen a pelearla. Así se dio todo un proceso de formación y de un ida y vuelta con el barrio.
“Tuvimos algunos triunfos en el recorrido. En las 47 salas de salud de La Plata había 300 enfermeros y promotores de salud cooperativizados, ganando $53 la hora. Se dio una pelea muy grande que consiguió que el Estado municipal los blanquee y los incorpore a la planta de trabajadores municipales.
“Y venimos dando una pelea, que sigue, por el reconocimiento económico a las promotoras de salud. Hay una ley provincial, del 2016, que la ex gobernadora Vidal aprobó pero le sacó los artículos que destinaban presupuesto a los promotores de salud.
“Planteamos el reconocimiento como un instrumento para ayudar a resolver los problemas de salud, los que ya existían y los que aparecieron con la pandemia. En este momento nos encontramos con las diarreas de los niños en las barriadas, que tienen que ver con los virus y la estación, pero también con las condiciones de higiene, de agua y de vida que viven miles y miles de compañeros.
“Desde esas compañeras fuimos tratando avanzar en la discusión de las causas de fondo de porqué la gente se enferma como se enferma, tomando el coronavirus como principal drama. Hubo una primera etapa informativa, porque había desconocimiento y miedo.
A partir de ahí fuimos construyendo lo que llamamos las postas sanitarias. Son lugares en cada barrio, en muchos casos construidos desde cero, donde las promotoras de salud tienen su punto de referencia. Estas postas están abiertas de lunes a viernes, y en algunos casos incluso los sábados.
“En algunos lugares, como Abasto, hemos logrado que de las postas participen no sólo las promotoras sino alguno de los profesionales de la salud del barrio, como la enfermera, por ejemplo. Esto permitió tener acceso a las vacunas del calendario obligatorio. También atiende un día por semana el odontólogo del barrio, de forma gratuita. Han empezado a ir médicos clínicos y pediatras, psicopedagogas y psicólogas.
“Hemos ido al encuentro de una corriente en salud, no sólo de promotoras, sino de profesionales de la salud que deciden poner su conocimiento al servicio del pueblo, en cada una de las postas sanitarias.
“En Abasto está la salita del Estado municipal, con trabajadores muy mal pagos, que abre de 8 a 14 hs. Y nuestra posta, por decisión de los compañeros, abre de 8 de la mañana a 8 de la noche. Hay un afluente continuo de gente, y un reconocimiento a esas promotoras, que conocen el barrio, y saben quién es hipertenso, quién es diabético, etc. Tienen una radiografía del barrio. Esto es lo que permite el instrumento de las promotoras de salud”.
Una experiencia muy rica
Agrega Berdesagar: “Creemos que las cuestiones que dejaron cuatro años de la política del macrismo, más la pandemia, y con la política insuficiente del gobierno de Alberto Fernández en algunas cosas, han agravado la situación de las masas.
“Esto no lo inventamos nosotros, desde ya. Hay una experiencia histórica, donde lo más acabado es la experiencia del barrio María Elena en La Matanza con el Chino Oliveri a la cabeza, de 35 años de formación de agentes de salud, a las que hoy llamamos promotoras. “Tratamos de tomar lo mejor de esas experiencias en las nuevas condiciones y en la realidad que tenemos en La Plata. A partir de ahí la Escuela de Salud, las Postas Sanitarias, de las que tenemos cinco en El Peligro, en Las Margaritas, barrio las Rosas, en Abasto, y una que inauguramos en el barrio La Emilia, que hicimos con el Potenciar Trabajo. Hemos logrado que ahí se vacune contra el Covid.
“Es toda una experiencia de ida y vuelta, entre el querer conocer y querer ponerse a disposición del barrio y de los vecinos. Una experiencia muy rica.
“En todo este proceso de protagonismo de las compañeras y compañeros, una parte se ha incorporado al Partido y la Juventud. Hemos tenido que armar instancias orgánicas en estas postas, porque estamos en la pelea para que el Estado se haga cargo. Nosotros no queremos un sistema de salud paralelo de los pobres. Planteamos que todos esos compañeros que trabajan de forma solidaria y voluntaria sean reconocidos con un nombramiento por parte del Estado.
“También peleamos que los insumos los ponga el Estado, no como ahora que muchas veces los compra la organización, o hacemos actividades en el barrio para comprar las jeringas y vacunar a la gente.
Todos estos problemas diarios requieren una dirección política, que dé la pelea para que el Estado se haga cargo, y una dirección que avance en quién es responsable de esta situación. A partir de esto el Partido ha crecido, con cantidad de compañeras que toman al partido como instrumento para su organización, y discuten en concreto en cada posta cómo avanzar en esos objetivos.
“Ese gran movimiento de promotoras de salud, que viene jugando un rol muy importante y fue protagonista en el Octavo Encuentro Nacional de Salud, y en el que se hizo en la Regional. Allí fueron las compañeras y plantearon todas estas cuestiones, así como denunciaron que también en la salud hay ganadores y perdedores, mostrando cómo se enriquecen los dueños de los grandes laboratorios y los que tienen la aparatología médica. “Hay que sacarles a esos grandes ganadores, para tener presupuesto para el nombramiento de cada una de las promotoras de salud que nuestro pueblo y nuestros barrios necesitan, para resolver estos dramas que encontramos todos los días. Esto, sin funcionamiento del Partido, no se puede hacer”, finaliza el Vasco.
Hoy N° 1891 24/11/2021
