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09 de febrero de 2022

Fue traicionada en el Congreso por diputados de su propio partido

La primera mujer presidenta en Honduras

Xiomara Castro fue electa presidenta de Honduras con una gran victoria en las elecciones de noviembre pasado. Una fracción de su partido de 20 diputados la traicionó al momento de elegir el presidente del Congreso. La elección en el Congreso fue entre medio de piñas, gritos y discusiones que llevaron a que se realizaran dos sesiones de juramentación y a que existieran dos congresos paralelos a pocos días de la toma de posesión.  Esta fracción le da más fuerza a la oposición dentro del Congreso y más margen para frenar la agenda de Castro.

«La ausencia de los 20 diputados es el augurio de una traición contrarrevolucionaria al partido y al pueblo hondureño que derrotó la narcodictadura nacionalista el domingo 28 de noviembre y una traición al proyecto político de la refundación de la patria al intentar el día de mañana imponer el plan de la elite corrupta», expresó Castro en un comunicado.  El Partido Libre realizó una reunión y decidió expulsar a los 18 parlamentarios que no cumplieron con el pacto de la presidenta Castro.

Honduras es un país extremadamente conservador, con un 71% de la población sumida en la pobreza. Se organizan caravanas migratorias que atraviesan países caminando y haciendo dedo en la ruta, para llegar a Estados Unidos. Los migrantes son duramente reprimidos en su peregrinación en los puestos fronterizos que atraviesan. Los derechos sexuales y reproductivos, como el aborto, pueden llevar a las mujeres a la cárcel y no existe el matrimonio igualitario.

Xiomara Castro sumió su cargo el 27 de enero, en una ceremonia realizada en un estadio en la capital del país, Tegucigalpa. Como presidenta en ejercicio, fue la primera vez en la historia del país donde una mujer recibió los saludos militares de las tropas y pasó revista al ejército como comandante en jefe. Frente a la revuelta en el Congreso, las fuerzas armadas apoyaron a la presidenta.

Como muestra de los intereses imperialistas en la región, estuvieron presentes la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris; el vicepresidente de Taiwán, William Lai; el rey de España, Felipe VI. También, como muestra de una unidad regional, estuvieron presentes el presidente electo de Chile, Gabriel Boric; la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner y el expresidente boliviano Evo Morales.

Durante su discurso, Castro aseguró «Honduras ha sido hundido estos últimos 12 años y lo recibo en bancarrota», y prometió “la refundación del Estado socialista y democrático”. También prometió combatir la corrupción y la impunidad, y aseguró que pedirá ayuda a Naciones Unidas. Castro prometió luchar por la seguridad y derechos de las mujeres.

Al finalizar la ceremonia de investidura, Castro participó en una simbólica ceremonia con pueblos indígenas. Por primera vez en la historia, líderes de la comunidad lenca, uno de los mayores de los siete pueblos originarios de Honduras, entregaron a un jefe de Estado la llamada «vara alta», un palo con cintas multicolores que representa la autoridad y el mando. La presidenta recibió la vara de manos de Berta Zúñiga, la hija de la ambientalista Berta Cáceres que fue asesinada por sus luchas en 2016. Castro prometió justicia para el caso de Cáceres, donde los principales responsables aún no han sido condenados.

“La presidencia de la república nunca ha sido asumida por una mujer en Honduras. Han tenido que pasar 200 años desde que se proclamó nuestra independencia. Estamos rompiendo cadenas, estamos rompiendo tradiciones”, dijo Castro en un tono esperanzador.

 

Hoy N° 1900 09/02/2022