Mientras la ofensiva militar en tierra del imperialismo ruso parece estancada, a más de 20 días de comenzada la invasión, aumentan los muertos en las ciudades por los ataques aéreos.
El presidente ucraniano Zelensky, en un discurso el 17 de marzo ante el parlamento alemán, dijo que ya habían muerto 108 niños.
El estancamiento en tierra se atribuye a una subestimación de la defensa ucraniana, a militares mal preparados, problemas logísticos. Esto no significa que no puedan intentar nuevos asaltos en poco tiempo.
Putin, con todo su poderío, no escapa a la lógica de los jefes imperialistas, que sobreestiman sus propias fuerzas, y subestiman a los pueblos ocupados por ellos. Lo mismo le ha pasado a lo largo de la historia a los Estados Unidos en su larga lista de atropellos imperialistas. Sólo para hablar de los últimos 50 años, podemos nombrar a Vietnam, más recientemente Yugoslavia, y a fines del año pasado su retirada de Afganistán.
Pero los bombardeos rusos siguen actuando y han provocado una situación dramática en Mariúpol, lugar estratégico sobre el mar de Azov, donde atacaron un teatro con más de 1200 refugiados, entre ellos niños. Poco le importó a Putin que el teatro tuviera pintadas leyendas «acá niños». Mariúpol se encuentra sitiada y el 80 por ciento de los edificios fueron destruidos. Unas 30.000 personas pudieron salir hacia otra ciudad ucraniana.
Mientras, Putin apareció ante decenas de miles de rusos para defender la guerra. En una celebración multitudinaria del octavo aniversario de la anexión ilegal de Crimea, dijo que la ofensiva militar rusa tiene como objetivo «liberar a la población del genocidio». Bajo el lema » Por Rusia, por un mundo, paz sin nazismo» organizó un concierto en el estadio de la final del Mundial de 2018. Allí, en un atrio alejado del resto de los participantes, resaltó que su ofensiva es una misión «libertadora».
Es exactamente el mismo argumento que han usado durante todo el siglo 20 y lo que va de éste todas las potencias imperialistas para justificar sus intervenciones en otros países.
Putin busca unidad en el frente interno cuando la invasión se acerca a cumplir un mes, y se encuentra con una resistencia “inesperada” que va más allá de las fuerzas militares de Ucrania apoyadas por EEUU y la OTAN. Por eso en este acto afirmó «No habíamos tenido esta unidad desde hace mucho tiempo».
Como era de suponer, el Kremlin rechazo la decisión de la Corte Internacional de Justicia de ordenar a Rusia la finalización inmediata de sus operaciones militares en Ucrania.
Mientras tanto, Zelenski asumió públicamente que Ucrania no será miembro de la OTAN. Lo dijo en una reunión virtual con la Fuerza Expedicionaria Conjunta del Reino Unido. «Durante años nos hablaban sobre las puertas supuestamente abiertas, pero también oímos que no podemos entrar».
A su vez, cínicamente, el secretario del Consejo de seguridad de Rusia propuso que Ucrania vuelva a una declaración de Soberanía Estatal de 1990, cuando se disolvió la ex URSS.
Las potencias imperialistas occidentales han mostrado nuevamente su desprecio por los pueblos que dicen “defender”. Poco les importa la suerte del masacrado pueblo ucraniano. Por eso negocian en su nombre con los jerarcas de Rusia, y también de China, a la que Biden advirtió que “no dé apoyo a Rusia”.
Desde nuestro país, redoblaremos la denuncia del carácter imperialista de los invasores rusos, y que nada bueno podemos esperar de la “ayuda” de EEUU y la OTAN. En cada una de nuestras luchas cotidianas, incorporamos el reclamo por el cese de la invasión, reivindicando el derecho de Ucrania a su autodeterminación. Es parte de nuestra lucha por impedir esta escalada que puede terminar en una nueva guerra mundial interimperialista que sólo traerá más dolor y sufrimientos a los pueblos.
Hoy N° 1906 23/03/2022