Mientras continúan los bombardeos y fuertes combates en la región del Este de Ucrania conocida como el Donbas, la más industrializada y donde se concentran la mayor cantidad de tropas, Rusia sufre duros golpes en el campo de batalla y también en su propio territorio.
Las tropas rusas fueron obligadas a retroceder en los alrededores de la ciudad ucraniana de Kharkiv, la segunda más grande del país, donde las tropas ucranianas recuperaron la ciudad de Ruska. Además fueron incendiados dos grandes depósitos de combustible (unas 15.000 toneladas) en la ciudad rusa de Bryansk, a menos de 100 km de la frontera norte con Ucrania.
Rusia respondió destruyendo un depósito de armas enviadas por EEUU y países de Europa en la ciudad portuaria de Odessa, al sur de Ucrania, en un ataque con misiles lanzados desde su territorio. Rusia anunció que suspenderá sus exportaciones de gas a Polonia y Bulgaria, aumentando la amenaza sobre el resto de los países de Europa.
El 25 de abril el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, y el secretario de Defensa Lloyd Austin viajaron a Kiev y se reunieron con el presidente ucraniano Zelensky, en la visita de mayor rango de funcionarios de EEUU desde el comienzo de la guerra. El gobierno de Joe Biden envió al parlamento un nuevo proyecto de ley para aumentar en 33 billones de dólares la ayuda militar a Ucrania.
El 28 de abril el parlamento alemán aprobó una ley para enviar armamento pesado a Ucrania, incluyendo tanques y sistemas de defensa antiaéreos, modificando su postura inicial de no proveer armamento. El partido socialista de izquierda alemán votó en contra, argumentando que este hecho sólo va a prolongar la duración de la guerra y el riesgo de una confrontación nuclear.
Por otro lado, se produjo el viaje del secretario general de la ONU Antonio Guterres a Moscú y luego a Kiev, con el objetivo de acercar posiciones entre los países para la evacuación de la ciudad de Mariupol, donde se encuentran encerrados 1.000 civiles y 2.000 militares en la planta metalúrgica de Azovstal. Pocas horas después de la reunión entre el secretario general de la ONU y el presidente Zelensky en Kiev, Rusia atacó con misiles la capital ucraniana.
Reafirmamos nuestra solidaridad con el pueblo ucraniano y seguiremos peleando por el fin de la invasión imperialista rusa, así como exigimos que los yanquis y la OTAN saquen sus garras de Ucrania, que tiene derecho a su autodeterminación. Es parte de nuestra lucha por impedir una nueva guerra mundial.
Hoy N° 1911 04/05/2022
