Sri Lanka (ex Ceylan) es un estado insular de Asia, ubicado al sudeste de India en el Océano Índico. Sri Lanka viene sufriendo una de sus peores crisis económica, energética y política. La población sufre la escasez de alimentos básicos y de combustible, y cortes de electricidad. Se cerraron escuelas por no tener electricidad, dejando a cientos de miles de niños sin clases. La inflación no para de crecer, y su moneda no para de devaluarse.
Todo esto en el contexto de la pandemia por el Covid-19, que redujo drásticamente los ingresos generados por el turismo, más el encarecimiento de la importación de combustibles, gas y alimentos debido, como factor principal, a la guerra imperialista de Rusia en Ucrania.
Frente a esta situación, el pueblo no se quedó de brazos cruzados. Hacia fines de abril protagonizó una contundente huelga general, junto a protestas exigiendo la renuncia del presidente Gotabaya Rajapaksa. La policía utilizó gases lacrimógenos y balas de plomo para dispersar a la multitud. El gobierno declaró el estado de sitio, y prohibió el uso de redes sociales por 12 horas. El pueblo no se dejó intimidar, y fue por más.
El pueblo de Sri Lanka culpa al presidente Rajapaksa, quien nombró a gran parte de su familia como ministros y otros puestos claves del gobierno. El pueblo ya logró la renuncia del hermano del presidente, Mahinda Rajapaksa, que era el primer ministro. Los enfrentamientos con la policía produjeron al menos una decena de muertos, incluyendo un diputado, y más de 300 heridos. Un gran número de casas fueron incendiadas. El ex primer ministro se encuentra protegido en una base militar, en la actualidad.
El viernes 20/5 el presidente de Sri Lanka anunció más cambios en todo su gabinete de gobierno, después de una masiva renuncia. Y prometió que introducirá enmiendas constitucionales. En 2015 se había aprobado la enmienda 19, con el objetivo de disminuir el poder del presidente; sin embargo, meses después, fue revocada por el propio mandatario, con lo que este anuncio es tomado como una burla al pueblo.
El gobierno busca desesperadamente transar con el FMI para conseguir 4.000 millones de dólares. Y también busca acuerdos de préstamos con India, China, Japón y Qatar. Plata para pagar su deuda externa, en la que entró en default recientemente. Estos acuerdos no generarán ningún beneficio para el pueblo de Sri Lanka, sino mayor dependencia y sumisión a los países imperialistas.
El gobierno actúa en forma tan cínica, que llegó a pedir a aquellos ciudadanos que trabajan fuera del país a que manden remesas y donaciones en divisas extranjeras.
La falta de reservas trajo la escasez de combustible importado, con lo que no se puede producir energía eléctrica. Hay cortes diarios de energía eléctrica de más de 13 horas de duración. El ministro de Energía declaró el 17/5 “Por el momento, solo tenemos existencias de gasolina para un solo día. Los dos próximos meses serán los más difíciles de nuestras vidas”.
En una audiencia general el papa Francisco instó a las autoridades de Sri Lanka a “escuchar las esperanzas de la gente”. Y resaltó el respeto de las libertades civiles y los derechos humanos. El papa destacó que las protestas estaban siendo protagonizadas por jóvenes. También se pronunciaron organismos internacionales de DDHH en defensa de las libertades de protesta.
El pueblo de Sri Lanka sigue organizándose en la lucha. Se realizan protestas a diario exigiendo ahora la renuncia del nuevo primer ministro, quien ya ha ocupado ese cargo cinco veces en la historia del país.
Hoy N° 1914 25/05/2022
