Propaganda “obscena”, dijo un periodista, frente a la miseria de los barrios, el crecimiento ahora reconocido de la desocupación y la precariedad laboral.
Pero aún con todos estos esfuerzos, no logran transmitir la sensación de que la solución de uno solo de los problemas de las masas pueda resolverse con lo que prometen los candidatos. Y además, en las elecciones anteriores, elegíamos a los que nos iban a mentir. En estas, candidaturas testimoniales y truchas de por medio, ni siquiera sabemos a quién elegimos para que nos mienta. Por eso mismo a 15 días del 28 de junio es palpable la frialdad, el desencanto…
Nuevamente, en la provincia no tenemos una, sino tres elecciones en los próximos días. Las del 28 de junio, las del 5 de julio (internas abiertas donde se obliga a los santafesinos a votar para resolver lo que los partidos no pudieron hacer a pesar de todos los contubernios posibles) y las de septiembre (concejales e intendentes).
Las elecciones del 28
Para el 28, el candidato más favorecido por las clases dominantes es el “piloto” Reutemann. Pero reciclado convenientemente. Adiós a su enloquecido amor por el modelo menemista de privatizaciones sin fin (Aguas, Banco Provincial, hasta quiso privatizar los aeropuertos), y a la educación dirigida por un ministro “gerente” bajo la ley del “costo-beneficio”. Adiós a su política de privilegios y exenciones sin límites para los monopolios sojeros, aceiteros, etc. y para los terratenientes provinciales.
Y sobre todo adiós a la orden de asesinar dirigentes durante los levantamientos del 2001 y a la criminal negligencia con que inundó a la ciudad de Santa Fe, provocando angustiosos sufrimientos a un tercio de sus pobladores. Adiós a la complicidad con todas las violaciones al federalismo, a la aceptación de los recortes de la coparticipación, en tiempos de Menem y de Kirchner.
De Reutemann sólo dejan una imagen prolijamente construida y su voto contrario a la Resolución 125 durante la rebelión agraria. Con eso se pretende que gane la provincia y quede en la grilla de los “presidenciables” para el 2011 o para una emergencia que pudiera presentarse antes, en la agitada y compleja situación nacional.
Enfrente, como alternativa, el Partido Socialista, con su candidato Giustiniani. El candidato ofrece su aceptable actuación parlamentaria, con posiciones justas. Aunque su “parlamentarismo” lo ha mantenido alejado de las necesidades y expectativas del pueblo de la provincia.
Pero el principal problema, es que el Partido Socialista paga su conciliación con los monopolios y los terratenientes y particularmente con el gobierno nacional de los Kirchner, que lo hizo mantener una posición débil y dubitativa, lo que le ha impedido tomar medidas de fondo para enfrentar la crisis industrial, agraria y social que explota por todos los rincones.
Para el socialismo, una derrota en Santa Fe sería muy grave, ya que alejaría para siempre los anhelos presidenciales de Hermes Binner en el 2011.
Recién en los últimos días el gobierno provincial anunció dos medidas muy justas: el cobro de impuestos evadidos por varios millones de pesos al monopolio Petrobrás y la denuncia de que los puertos privados y complejos sojeros han ocultado los dos tercios de sus superficies cubiertas, comenzando con una demanda millonaria al pulpo Cargill. Sería muy bueno que esto no fuera solamente un síntoma pasajero de la fiebre electoral.
Muy lejos y pagando caro su sumisión al kirchnerismo y su posición reaccionaria y provocadora frente a la rebelión agraria, aparece el candidato K: Agustín Rossi. Comprobando tristemente que Roma no paga traidores, hasta tiene que soportar los intentos de los K de desvincularse de lo que será una aplastante derrota.
Hace intentos de presentarse como preocupado con la crisis (a través de las visitas de Cristina a GM y las gestiones de Tomada en el caso Mahle) y la ayuda de “intelectuales progresistas” que compran el doble discurso K.
Pero todo se derrumba apenas aparece la propaganda de su primer candidato a concejal: el ayer ultramenemista “Tigre” Caballero, repentinamente devenido en K.
La campaña del PCR
La intensa campaña votoblanquista del Partido, que ya ha tenido repercusión en la gente y en los medios, culminará con un acto de cierre de campaña en la Plaza Montenegro el martes 23 a las 17 hs. Nos permite empalmar con una corriente que ya es histórica en la provincia, de voto en blanco, anulación o no voto, que ha tenido picos históricos nacionales. Una corriente que no se deja presionar por el voto “útil”, ni por las amenazas de la crisis económica y social y que se ha visto fortalecida por un crecimiento de las luchas obreras particularmente en los centros de concentración proletaria, con el surgimiento en todos ellos de corrientes combativas, con la lucha heroica de originarios y desocupados, de los estudiantes, etc. Cortes y protestas se multiplican en todo el territorio provincial enfrentando las manifestaciones más crudas del estancamiento, el retroceso social, la desocupación y el hambre.
Con seguridad, una corriente contundente de voto castigo, lejos de dividir al pueblo, va a aumentar la necesaria unidad posterior a las elecciones, de esa corriente con los sectores que votarán al socialismo, a otros partidos menores y en el campo, con sectores que votarán a Reutemann, viendo solamente su posición frente a la Resolución 125.
