Ante el ascenso del movimiento campesino en China, Mao escribió que frente a él había tres alternativas: ponerse al frente de ellos y dirigirlos, quedarse a la zaga gesticulando y criticando o salirle al paso y combatirlo. “Cada chino es libre de optar entre estas tres alternativas”, escribió. Lo mismo sucede hoy en la Argentina. Lo que es válido, incluso, para los organismos del PCR.
02 de octubre de 2010