Las más de 300 manifestaciones convocadas el 23 de marzo concentraron 3,5 millones de personas, igualando el récord de la del 7 de marzo, y mostrando que la lucha continua y que no hay tregua.
Es la primera movilización desde que Macron aprobó por decreto la reforma de las jubilaciones. Desde ya que las cifras oficiales son más bajas, pero hasta algunos medios televisivos argentinos dan la cifra de tres millones.
El movimiento no es sólo sindical; participan muchos jóvenes y organizaciones estudiantiles. Hay sectores en huelga, como el de los hidrocarburos, que amenazan con paralizar la economía. También continúa la huelga de los servicios de limpieza de París, que se prolonga desde hace semanas. Los sindicatos denunciaron el «desprecio» y la «negación» del jefe del Estado.
Los eslóganes contra el presidente Macron fueron los más repetidos en las manifestaciones: «Macron, no toques mis pensiones» o «nada que perder».
Sólo en París se movilizaron 800.000 personas y hubo altercados con la policía, provocados por grupos que actuaron antes de la llegada de la cabecera oficial de la manifestación sindical. La manifestación en Bayona ha sido una de las más multitudinaria hasta la fecha, con más de 20.000 personas. Se produjeron acá también incidentes entre manifestantes y la policía.
En Burdeos, algunos manifestantes prendieron fuego a la puerta del Ayuntamiento (equivalente a nuestra municipalidad) y lanzaron fuegos artificiales contra la Policía. Hubo situaciones parecidas en Lille y en Lyon.
Macron volvió a decir que la reforma es «necesaria», aunque dijo entender «el enfado legítimo» de parte de la sociedad. Esto aumentó la bronca contra él.
En el país vasco francés los manifestantes han puesto barricadas con fuego bloqueando completamente la salida y entrada de vehículos, por lo que todos los ferrocarriles presentan problemas o cancelaciones. También en otras zonas los ferrocarriles funcionaron a medias.
En medio de las acciones de la Policía para dispersar a los manifestantes, el Sindicato Nacional de Periodistas denunció «detenciones arbitrarias» de informadores durante los últimos días con el objetivo de «impedir que puedan captar imágenes» de las fuerzas de seguridad.
Esto se produce después de que Amnistía Internacional alertó «sobre el uso generalizado de la fuerza excesiva y las detenciones arbitrarias de informadores» en el marco de las protestas contra la reforma de las pensiones.
Los sindicatos llamaron a una nueva jornada de huelga general para el martes 28 de marzo, demostrando que la lucha continuará.
Escribe Alicia Sourges
Hoy N° 1956 23/03/2023