El martes 28 de julio se logró que la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Legislatura Provincial apruebe por amplia mayoría el despacho necesario para que se trate en sesión. El gobierno de Sapag, desde que asumió está dando vueltas y estirando todas las instancias, dejando que pase cada vez más tiempo, apostando a la asfixia económica.
Gracias a la persistencia en la lucha y al reconocimiento de la comunidad, se estaría cerca de conseguir una solución al problema legal y cortar con la posibilidad del remate y desalojo de la planta. El gobierno se comprometió a que se trate en sesión a mediados de agosto.
Con ese motivo es que desde la fábrica se prepara una importante movilización, convocando a todos los que los apoyan. Se espera la participación de delegaciones de organizaciones a nivel nacional.
El proyecto de ley
Este proyecto no es el original impulsado por la conducción del sindicato que plantea la estatización. Este proyecto no lograba el apoyo de los diputados, y frente a las sucesivas maniobras del gobierno que llevaban la fábrica al remate, se logró imponer el camino legal que había encontrado Renacer (ex Aurora, recuperada por sus trabajadores en Ushuaia). Ese camino es la expropiación con advenimiento; o sea, con el pago a los acreedores y con el consentimiento de ellos. La provincia pagaría 23 millones de pesos.
El proyecto contempla que esa suma de dinero que pondría la provincia sea devuelta por los trabajadores de la cerámica con trabajo, entregando cerámicos a precio de costo. Pero el no poder cumplir este ítem no implica que se dé marcha para atrás y tampoco se establecen plazos.
De todas maneras, se plantea que si bien este proyecto es un avance, estamos reclamando que desde el gobierno garantice el funcionamiento de la fábrica.
La lucha para que a crisis no la paguemos los trabajadores
Desde el año pasado empezaron a disminuir las ventas. Ante esta situación hubo que reacomodar varias veces los objetivos de producción. Se van acomodando las cosas en función principalmente de cómo se van comportando las ventas. Hasta ahora se ha podido mantener el sueldo.
Pero la situación económica y financiera de la fábrica es crítica. La pelea es diaria por producir más eficientemente y por obtener subsidios, dos cosas fundamentales para mantener los puestos de trabajo.
Con la persistencia en los reclamos, aunque insuficiente, se logró cierta ayuda del gobierno provincial. Una suma no reintegrable de 200.000 pesos mensuales, por 4 meses, para el pago de deudas.
No tuvimos todavía respuesta ante el constante pedido de rebaja en la tarifa de la electricidad ni en la del gas, ambas con importantes aumentos en los últimos dos años.
Otra de las promesas incumplidas del gobierno provincial es la compra de cerámicos. Hemos logrado conseguir el RePro: programa de "recuperación productiva". Son $ 600 por trabajador, y ya van dos cuotas cobradas. Es una ayuda a las finanzas de cooperativa.
Pero como producto de la crisis, las ventas siguen cayendo, se hace imprescindible arrancarle al gobierno que compre parte de la producción, y que aplique alguna tarifa preferencial en la electricidad y el gas. También cerrar el ingreso de cerámicos importados de China y Brasil para proteger la industria nacional y el mercado interno.
02 de octubre de 2010
