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10 de mayo de 2023

47 años después se mantiene oculto el papel del socialimperialismo ruso

Moreno Ocampo, el PC y la dictadura videlista

Hace pocos días, Luis Moreno Ocampo, exfiscal durante el juicio a las juntas militares de la dictadura genocida, levantó revuelo al afirmar que el Partido Comunista fue cómplice de Videla. Moreno Ocampo puso sobre la mesa, en un programa de la TV Pública, un tema que permanece oculto desde hace décadas.

Desde el PCR hemos abordado esta cuestión con la seriedad que se merece. Fuimos el único partido político que como tal denunció desde fines de 1974 el golpe de Estado que se preparaba en la Argentina y que finalmente se dio el 24 de marzo de 1976, abriendo una etapa de terror fascista como nunca se había vivido en el siglo 20.

Y denunciamos también en esos años, que entre los sectores de las clases dominantes e imperialismos que se unieron para derrocar el gobierno constitucional, junto a los oligarcas, los yanquis, los ingleses y otros imperialismos, estaba el socialimperialismo ruso.

De esto es de lo que nadie habla: que en la URSS, la patria de Lenin y los bolcheviques, ya a mediados de la década de 1950 fue derrotado el socialismo, y una nueva burguesía tomó el poder del Estado y del Partido Comunista de la URSS. Esa nueva clase dominante, con el correr de los años transformó a la URSS en un país “socialimperialista”, como lo calificó Mao Tsetung. Es decir, socialista de palabra, pero imperialista en los hechos.

Y esa potencia socialimperialista disputó en todo el planeta con otros imperialismos, buscando expandirse y controlar los recursos naturales y las posiciones estratégicas en los países oprimidos.

En nuestro país, la dirección del P“C”, que había abandonado hacía muchos años la lucha por la revolución, se subordinó a los intereses del socialimperialismo. Ese es el hecho central que los llevó a, efectivamente, apoyar el golpe de Estado de 1976, y a expresar públicamente su adhesión al sector videlista de la dictadura. Hay decenas de publicaciones y declaraciones de sus dirigentes que así lo demuestran.

Esto lo denunció valientemente nuestro camarada, miembro de la Comisión Política del PCR y secretario general del Smata Córdoba, René Salamanca, en una “Carta abierta a los compañeros trabajadores” el 24 de diciembre de 1974. Allí Salamanca, secuestrado por la dictadura en la misma madrugada del 24 de marzo de 1976, planteó con claridad: “Yo ya estoy definido; yo estoy contra todo golpe de estado, venga de donde venga”. El mismo Salamanca explicaba, en esa y posteriores posiciones públicas, que había dos sectores imperialistas que empujaban el golpe: los yanquis, y “los sectores prorrusos, los principales conspiradores, quienes desarrollan el plan golpista que está en curso (…) conspiración que trata de reemplazar el amo yanqui por la URSS, donde desde 1956 han enterrado las banderas de Lenin y el proletariado para restaurar el capitalismo” (Carta a los compañeros, agosto de 1975).

 

La verdad histórica

También hay que decir, como lo hemos hecho siempre, que decenas de militantes del PC forman parte de la larga lista de desaparecidos, torturados, presos, exiliados, etc., que sufrió nuestro pueblo, y por los que seguimos luchando para que se juzgue y condene a los responsables. Es falso lo que dice Moreno Ocampo que las torturas y secuestros al PC se limitaron a Córdoba. Pero esto sólo hace más doloroso explicar la “verdad histórica”: la dirección del PC apoyó abiertamente a la dictadura más asesina y sangrienta de la historia argentina, y por eso, a diferencia de lo que hizo la Junta Militar en su “Comunicado N° 45” prohibiendo al PCR junto a otras organizaciones, el PC no fue prohibido. La pregunta es ¿por qué?

Esto, la dirección de este partido, 47 años después del comienzo de la dictadura, no lo explica, y lo sigue negando, como hizo Zaida Chmaruk, en nombre del PC, al día siguiente de las declaraciones de Moreno Ocampo. Chmaruk remitió a la “autocrítica” que se hizo el PC en 1986. Ya hace muchos años, nuestro querido primer secretario general del PCR, Otto Vargas, demostraba que esa “autocrítica” era formal: “¿Por qué no hacen autocrítica a fondo? Porque para hacer una autocrítica a fondo tendrían que decir que tomaron esa posición porque era la posición de la Unión Soviética, y ellos eran fieles soldados –para no usar otra palabra- del socialimperialismo” (Discurso en el acto a 30 años del golpe, publicado en el hoy 1108, 22 de marzo de 2006).

Esa dirección del PC había degenerado hacía ya mucho, dejando de defender la necesidad de un camino revolucionario para la Argentina, y se transformó en seguidista de la dirección del PC de la URSS y del Estado soviético. Cuando éstos cambiaron de carácter, la dirección del PC argentino pasó a defender las posturas de un imperialismo. Un imperialismo que se transformó en el principal comprador de los productos agrarios de la Argentina entre el 76 y el 83. Un imperialismo que bloqueó no una, sino dos veces, un intento de condena a las violaciones a los derechos humanos por parte de la dictadura en las Naciones Unidas.

Por eso es que el general Viola, siendo comandante en jefe del Ejército, en 1979 condecoró con la medalla de oro del Estado Mayor al general soviético Braiko, jefe de una misión militar de ese país en nuestro país, y a sus acompañantes con medallas de plata (ver El socialimperialismo ruso en la Argentina, de Carlos Echagüe, ediciones Ágora, 1984, págs. 27 a 56). Ese es el hecho que refiere Moreno Ocampo, quien, digamos de paso, miente al caracterizar como “marxistas-leninistas” a esos generales rusos.

Para conocimiento de las jóvenes generaciones, de entre las muchas expresiones de apoyo del PC a la dictadura, recordemos extractos del comunicado de la dirección de este partido, al día siguiente del golpe: “El PC, aunque no comparte todos los puntos de vista expresados en los documentos oficiales [de la dictadura], no podría estar en desacuerdo con tales enunciados, pues coinciden con puntos de su programa… El PC considera auspicioso que la Junta Militar haya desechado una solución «Pinochetista». Sin embargo, nadie tiene derecho a desarmarse. En el seno de las FF.AA. y fuera de ellas se esconden también pinochetistas. El enemigo interno y externo está en acecho. Los imperialistas y fascistas sueñan con el pinochetazo, con un baño de sangre” («Los comunistas y la nueva situación argentina”, 25/03/1976). Leer esto, cuarenta y siete años y 30 mil secuestrados y desaparecidos después, nos exime de comentarios.

 

Escribe Germán Vidal

Foto de portada: Materiales que muestran el colaboracionismo de la dirección del PC

Hoy  N° 1961  10/05/2023