La compañera comienza contando que a partir de la defensa de “nuestras reservas, de la riqueza que tenemos, hemos venido tratando de mantener la unidad con los compañeros, originarios y los productores, en una zona donde son ya cuatro generaciones las que están produciendo El Pongo”.
Cuenta Martínez que las luchas vienen desde hace mucho, no comenzaron con esta pelea contra la reforma de Morales. Vienen peleando para que esas tierras no se destinen a la producción de marihuana, desde antes de la pandemia “con los productores, las organizaciones sociales y los compañeros de Coya Suya Marca, que son parte de Llankamaki”.
La compañera cuenta que no lograron detener este proyecto de Morales, y ahí comenzaron los desalojos de algunos productores. “Hace una semana fuimos testigos de como Morales ha vendido esa tierra que es del Pongo, un legado que dejó Zavala para el hospital, de 33.000 hectáreas. En una parte viven cientos de familias, y hay cerca de 6.000 has destinadas a la producción. Son pequeños productores que tienen entre 5 y 10 has.
“Han hecho desalojos brutales, con topadoras tirando las piecitas que tenía la gente. Un productor falleció después del desalojo, otra señora de 80 años, nacida en esa tierra, también sufrió el desalojo. Nosotros, frente a tanta injusticia decidimos tomar las tierras. En Perico nos unimos los productores con los feriantes, que son algunos mayoristas y otros minoristas”.
Cuenta Martínez que cuando viene la elección para la reforma constitucional, hicieron varias reuniones y hasta un cabildo abierto. Que fue una minoría la que votó a los constituyentes, “porque vienen enojados de lo que está pasando estos años. Eso dio la posibilidad de que Morales gane”.
Luego, detalla la compañera cómo arranca esta lucha, en medio de la huelga de los maestros, que avanzaron en el estudio de la reforma. “Los hermanos originarios
bajaron del cerro denunciando que por la explotación del litio se le contaminaba el agua, y en una marcha se encontraron con los maestros y tomaron conocimiento del avance de la reforma”.
Ya a comienzos de junio comenzaron los cortes, “pero con lo que sucedió el 18, 19 y 20 explotó Perico”, con referencia a la gran represión desatada por Morales. Los maestros siguieron con el paro pese a los descuentos, y nos unimos más en la lucha”.
“Nos vamos uniendo con todos los sectores”
“Después de la gran represión nos empezamos a conocer también con otros sectores, como los gauchos, otros productores, y al ver que era muy masivo decidimos avanzar hasta El Pongo y realizar ahí el corte. De ahí no nos movimos, pese a los intentos de desalojo. Con la masividad superamos a los policías y retomamos la ruta. Ya va para más de un mes en el que nos vamos uniendo con todos los sectores, organizando la permanencia de día y de noche, fortaleciendo la amistad y una fuerza tremenda. Así decidimos venir 16 compañeros en este Malón. Venimos decididos a defender las tierras. Fue toda una organización y arreglar con los compañeros originarios, resolver cómo pagar los pasajes en los colectivos y decidir quién viaja, porque todo Jujuy se quería venir. Una parte vinimos en los colectivos, y otra parte viajó por su cuenta acompañando. Muy decididos esos compañeros viajando en micros, y encontrándose con el Malón en las distintas paradas. Los compañeros de la CCC nos ayudaron con alojamiento y comida en distintos lugares, como Tucumán. En Córdoba pudimos alquilar una traffic y sumarlos junto a otros que venían por su cuenta.
“Llegamos a Buenos Aires y fue muy emotivo hacer la ceremonia de la Pachamama, que para nosotros es ancestral. Es muy importante participar, para ser aceptados por los hermanos originarios. Nosotros también venimos de la tierra y la respetamos. Pedimos permiso hasta para sacar una hoja de un árbol, y eso lo aprendimos de ellos.
“Todo esto es muy importante porque hay desconfianza por parte de las comunidades, que han sido engañadas durante años. Muchos de ellos han dejado sus animales, su siembra, para poder llegar hasta acá. Ellos están decididos, como nosotros, de continuar aquí en el acampe, que en realidad es una vigilia porque no nos dejan poner carpas.
“Y vamos a seguir acá, porque lo primero que queremos es que caiga la reforma. Y como cantan los originarios, y nosotros lo tomamos, está el reclamo de la intervención del gobierno nacional en la provincia, porque en Jujuy está todo mal. La mayoría de los funcionarios son corruptos y no les tenemos confianza.
Muchos queremos que Morales se vaya, y termine preso, porque ha mandado a reprimir tirando balas a los ojos, a jóvenes que no tenían ni una piedra. No le vamos a dar tregua.
“Nosotros estamos dentro de la ley, porque la propia Constitución dice que, si el pueblo ve que peligra la Constitución, tiene que luchar y resistir. Eso es lo que estamos haciendo, pese a las inclemencias del tiempo y a estar lejos de la familia.
Sabemos que esta reforma se aprobó entre gallos y medianoche con muchas irregularidades, inclusive quiénes eran los constituyentes sin abandonar cargos en el gobierno, o la falta de publicidad previa de las reformas propuestas.
Finalmente, nos dice Nancy que en Jujuy siguen los cortes en La Quebrada. Nosotros tampoco dejamos la ruta, y cuando estamos al costado sin cortar tenemos mucha solidaridad de los que pasan sean autos o camiones. Esto te da más fortaleza y vamos a continuar.
“Y acá también vamos a continuar. Hemos hecho varias reuniones y nos dividimos en grupos de trabajo. Hemos recibido maltrato de la Corte Suprema. No nos dejaron pasar por la puerta principal, y sólo pudo pasar un hermano. Se denunció que no nos dejan acampar. Entregamos nuestras demandas, y si acá la Corte no nos lleva el apunte, seguiremos haciendo nuestras denuncias, al gobierno nacional, y también a nivel internacional. Porque queremos que la reforma, y la entrega de la minería, se frene ya”.
Hoy N° 1973 09/08/2023
