En el acto realizado en la sede de la UOM Capital, el jueves 3 de julio, sintiéndose en “terreno propio” con los aplausos de Antonio Caló, Néstor Kirchner se fue de mambo contra la rebelión agraria, deschavándose en el verdadero objetivo en el sostén del mamarracho de la Resolución 125: “Si se suspenden las retenciones, ¿con qué vamos a pagar la salud, los hospitales, las obligaciones externas de los argentinos? ¿Creen que vivimos en un paraíso fiscal? Si vamos juntando monedita tras monedita para poder sacar a este país del infierno en el que estuvo”.Así queda claro que todos sus argumentos para justificar el aumento de las retenciones, como “la defensa de la mesa de los argentinos”, “limitar la sojización”, hasta crear “un fondo para hospitales, viviendas y caminos rurales”, terminan en su “caja” y para pagar la deuda externa. Y, a renglón seguido, como si eso fuera diferente a lo que hizo Menem en su alianza con la Ucedé, de Alsogaray, advirtió a “sus” diputados: “Les recuerdo que no están en la lista de la Ucedé sino en la del Partido Justicialista, y tenemos que defender a los trabajadores y al pueblo argentino”.
02 de octubre de 2010