La lucha de los trabajadores petroleros sigue firme por un aumento salarial de acuerdo a la canasta familiar patagónica, y para reincorporar a todos los despedidos, suspendidos y “stand by” en la casa.
El miércoles 19, al negarse a pagar los días de huelga en las negociaciones en el Ministerio de Trabajo, los petroleros, en asambleas masivas, decidieron el corte de la ruta 3 en Caleta Olivia y la tomas de las plantas en Truncado, y luego la toma de playa de Tanques en Punta Loyola, a 30 km de Gallegos.
Desde ahí, le cortaron el suministro de gas a Calafate (feudo turístico de los Kirchner), y a Río Turbio, por lo que en pocos días quedarán sin gas.
En Las Heras se inició esta gran lucha petrolera, sobre la base del anterior conflicto de los petroleros de Oil, previamente a las elecciones. Con las apretadas y telegramas intimidatorios de las operadoras (Repsol, OXY, Pan American), y la desconfianza en la conducción de Segovia, del sindicato petrolero, se resolvió levantar el paro.
Curiosamente, o no tanto, el PO salió a darle fundamentos “por izquierda”, poniendo como blanco principal a Peralta y Segovia, para beneficio de la patronal imperialista de Repsol, Brufau, Eskenazi y Kirchner.
En Comodoro Rivadavia, la traición de los “dirigentes” Mario Mansilla-Carlos Gómez, carnereando el paro petrolero de Santa Cruz, tratan de frenar la solidaridad con la gran lucha Petrolera de Santa Cruz.
Urge la realización de asambleas por empresa para exigirle a la conducción de Mansilla, a la Uocra, al Sindicato Jerárquico Petrolero, y a las conducciones de la CGT y la CTA locales, un paro regional con asamblea general en ruta 3 y ruta 26 por: solidaridad activa con los petroleros de Santa Cruz. Reincorporación inmediata de los 160 y demás despedidos. Traspaso al convenio petrolero de todos los trabajadores de yacimiento. Que la conducción del sindicato petrolero convoque a asambleas por empresa y Cuerpo de Delegados para informar sobre las negociaciones sobre el nuevo convenio colectivo y decidir los pasos a seguir. Rechazar las cláusulas de “paz social” que se pretenden imponer en las negociaciones, para hacer pasar los despidos que se preparan, maniatar las luchas y que los trabajadores sigamos pagando una crisis que no provocamos.
02 de octubre de 2010
