Nos invade la tristeza porque se fue uno de los nuestros, quien supo ser amigo y compañero, pero quien también en su paso por nuestra organización supo dejarnos muchas enseñanzas de vida, la constante lucha en un sistema de desigualdades que excluye a nuestros pibes y pibas.
A pesar de tanto dolor no queremos recordar a Matías desde la tristeza, sino desde la alegría, desde la música, desde la rebeldía, desde el amor, la amistad y el compañerismo.
Matías era un joven como todos nosotros y nosotras, con unos enormes valores, con sueños, con ideas, con proyectos y con perspectivas de cambiar su realidad para tener un futuro diferente, un pibe que amaba el arte y la música y su guitarra por sobre todas la cosas, sus grandes pilares y lo que lo sostenían a seguir era el amor por su familia, su madre, su hijo, sus hermanos, quienes en cada charla estaban presentes.
Desde nuestro movimiento queremos contar la otra historia de Matías, la que muchos no conocían, la del humano solidario, la del compañero de militancia, el profe de guitarra, batucada, el que se preocupaba por las infancias, el que acompañaba a hacer la merienda a las compañeras de la CCC para todas esas pibas y pibes que asisten diariamente a la Casa de Atención y Acompañamiento Comunitario – René Salamanca, ubicada en el barrio Confluencia.
Matías llega a habitar nuestro espacio a través de un amigo, nuestro compañero David, a quien él siempre le estuvo muy agradecido, porque después de haber transitado por tantos otros lugares intentando superar su problema de consumo, encontró en el movimiento Ni Un Pibe Ni Piba Menos por la Droga un lugar, del que se supo apropiar y defender, donde en unos de los conversatorios realizados por nuestra organización nos menciona que recuperó la confianza en la sociedad y que volvía a creer que “en el mundo hay gente buena”.
Desde nuestro movimiento queremos expresar que la historia de Matías es la historia de miles y miles de pibes y pibas en nuestro país que día tras día la luchan contra este sistema capitalista salvaje y violento, que nos educa a base de la meritocracia y el individualismo, que nos sumerge en la miseria, expulsa y empuja a una salida del consumo y las adicciones, un sistema que explota a nuestros jóvenes, que les niega el acceso a la tierra, al trabajo, este sistema que con sus instituciones desfinanciadas no garantizan los derechos básicos de nuestras y nuestros jóvenes, como la educación, el deporte, el desarrollo pleno en espacios de cultura, un sistema contra el cual Matías dio batalla, a través de la participación, de la organización, tratando de construir como muchas y muchos de las y los jóvenes de nuestro movimiento, un mundo más justo donde lo colectivo pondere siempre sobre lo individual.
Hoy nos toca despedir a nuestro gran compañero, pero a nosotras y nosotros nos queda una gran tarea, la tarea de construir una sociedad más justa, donde nuestras pibas y pibes puedan desarrollarse como sujetos libres para así conquistar todos los derechos que se les fueron negados. Seguiremos fortaleciendo nuestros espacios que son lugares pensados desde la mirada crítica constructiva, pero también desde lo comunitario, lo social y no menos importante, lo político; por que el Movimiento Ni un pibe y piba Menos por la Droga es eso, una herramienta de organización y lucha para que las y los pibes vayan en busca de estas conquistas.
Mediante la presente también queremos hacerles llegar las más sentidas condolencias a los familiares de Matías, ponernos a su disposición y acompañarlos en el dolor de la pérdida de quién fuera amigo, compañero, y militante de nuestro Movimiento Ni Un Pibe y Piba Menos por la Droga Neuquén.
Exigimos el esclarecimiento y ratificamos el pedido de justicia.
¡Hasta la victoria siempre querido compañero Matías Rosales!
Movimiento Ni Un Pibe y Piba Menos por la Droga Neuquén. Juventud de la CCC. Juventud Comunista Revolucionaria
Hoy N° 1979 20/09/2023