Representantes de la colectividad árabe junto a organizaciones sociales, gremiales, políticas y de derechos humanos realizaron este acto en solidaridad con el pueblo palestino, víctima del genocidio que está cometiendo Israel, donde participó el PCR y la CCC.
Bajo las consignas Alto al genocidio de las niñeces y del pueblo palestino, Basta de bombardeos, invasión y bloqueo a Gaza y Solidaridad con el pueblo palestino se unieron las voces para que se respete el derecho y la autodeterminación de Palestina.
Se leyeron poemas, más de 300 adhesiones, entre ellas la de Jacinto Roldan, secretario general del PCR. Luego leyeron el documento consensuado por más de 50 organizaciones, el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y Tilda Rabi, presidenta de la Federación de Entidades Argentino-Palestinas, acompañados por Nora Cortiñas, integrante de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora.
Documento
Alto al genocidio de las niñeces y del pueblo palestino
Es inaudita la cantidad de niños, niñas y bebés que están siendo asesinados día a día por los indiscriminados bombardeos israelíes contra la Franja de Gaza. Un niño o niña de Palestina es asesinado cada 10 minutos por Israel.
Es la continuación de un proyecto de limpieza étnica que ya lleva más de 75 años, implantado de manera impiadosa por el Estado de Israel. Es la forma más cruel de intimidar al pueblo palestino para cumplir con una de las premisas fundamentales del proyecto sionista: conquistar la mayor cantidad de territorio posible, dejando la menor cantidad posible de habitantes originarios.
Es la forma de decir a los padres: Váyanse, este es el futuro que aquí les espera. Es lo que a diario también acontece en la Ribera Occidental y Jerusalén Oriental, atacar a la niñez, encarcelarla, agobiarla y hacerle imposible la normalidad en su vida cotidiana.
Y todo esto, al amparo, complacencia y complicidad de una comunidad internacional que creó el problema, pero que ha sido incapaz de resolverlo por la subordinación incondicional a las políticas diseñadas por el imperialismo en Medio Oriente.
Basta de bombardeos, invasión y bloqueos
Resulta inconcebible que se permita a Israel llevar a cabo una acción de bombardeos indiscriminados contra la población civil en Gaza, a vista y paciencia de la civilizada Europa, de los Estados Unidos y de las potencias occidentales. La demolición por bombas de edificio habitados, de centros de salud, de infraestructuras esenciales, el asesinato de voluntarios y personal de la ONU, la destrucción por medios militares de mezquitas, iglesias y escuelas donde se refugian personas inocentes y desarmadas, son la demostración más clara que Israel no respeta ni siquiera las leyes de la guerra. Arrojar fósforo blanco sobre población civil es un crimen de guerra.
Es urgente exigir el pleno restablecimiento de las comunicaciones en Gaza, porque la falta de medios de conexión vía electrónica o Internet, ha sido anulada por Israel dejando al mundo en la oscuridad de no poder acceder a información fidedigna, asesinando a periodistas y negando a las organizaciones humanitarias presentes en Gaza poder canalizar la ayuda a los habitantes de ese territorio palestino.
Pero Israel sabe que no será condenada ni sometido a medidas coercitivas para detener su acción criminal. Goza de la debida inmunidad e impunidad que le otorga el derecho a veto de EEUU, Gran Bretaña y Francia en el Consejo de Seguridad de la ONU, lo que en la práctica se traduce en un verdadero cheque en blanco para seguir cometiendo atrocidades.
Solidaridad con el pueblo palestino
Por todo esto, es que se hace imprescindible la solidaridad con el pueblo palestino, al que Israel quiere transformar en el victimario para permanecer en su papel de víctima.
Son impresionantes las imágenes que nos llegan de todo el mundo con gigantescas manifestaciones de solidaridad con Palestina y de denuncia de la criminalidad Israelí contra la Franja de Gaza.
Incluso, vemos con satisfacción las manifestaciones de judíos que levantan la consigna de “No en nuestro nombre”, porque entienden que el sionismo también es su enemigo y no se sienten en absoluto representados por las políticas genocidas del Estado de Israel.
La solidaridad es urgente. Sigamos convocando a manifestarse. No solo hasta que finalicen los bombardeos y las acciones criminales de Israel contra la Franja de Gaza, sino, hasta que se haga justicia con Palestina y se le reconozca el derecho a construir un estado libre y soberano, el derecho al retorno de los desplazados, con capital en Jerusalén.