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13 de diciembre de 2023

A 22 años de la pueblada nacional del 19 y 20 de diciembre de 2001

El Argentinazo

El 19 y 20 de diciembre de 2001, por primera vez en nuestra historia una gigantesca pueblada nacional volteó a un gobierno hambreador y entreguista.

Llegamos a este nuevo aniversario de la gran rebelión popular de diciembre del 2001, a pocos días de haber asumido un gobierno, el de Milei, con el que llegan los representantes de los sectores más reaccionarios del bloque de las clases dominantes.

¿Tienen vigencia las enseñanzas de aquellas jornadas del 19 y 20 de diciembre de hace 22 años? Entendemos que sí, porque reafirman un camino que ha recorrido nuestro pueblo a lo largo de la historia, un camino, como plantea el Programa de nuestro 13 Congreso “por el que las masas proletarias y populares –con la dirección del Partido Comunista Revolucionario– pueden recuperar sus conquistas históricas y avanzar hacia la revolución democrática, agraria y antiimperialista, que asegure la liberación definitiva del pueblo y de la Patria”.

 

¿Cómo se llegó al Argentinazo?

El pueblo argentino en esos años venía sufriendo las consecuencias de las nefastas políticas de Menem, que se agravaron con De la Rúa. Esa política, hoy reivindicada por Milei, provocó millones de desocupados, el remate del patrimonio nacional al mejor postor, una deuda externa usuraria y fraudulenta que crecía hasta hacerse impagable; la represión en aumento, la salud y la educación hecha pomada. Desde los pueblos despojados del petróleo y el ferrocarril, crecieron inmensas luchas que sacudieron el país.

Nuestro querido camarada Otto Vargas, primer secretario general del PCR fallecido en febrero de 2019, ya en un acto en Córdoba en marzo de 1996 había planteado que no había otra forma de acabar realmente con las políticas y los gobiernos del hambre y la entrega, que el camino de las puebladas, el camino de “un santiagueñazo nacional triunfante, un Argentinazo”. Durante cinco años las fuerzas clasistas y revolucionarias trabajamos para esta salida.

 

Los acontecimientos se precipitan

En sus dos años de gobierno, el repudio popular a De la Rúa se expresó en un combate popular que se intensificaba día a día. Hubo 7 paros generales, innumerables luchas parciales, cortes de rutas, movilizaciones estudiantiles, masivos encuentros de mujeres, etc.

Se fueron configurando así, todos los rasgos propios de una situación revolucionaria objetiva. En primer lugar, los de abajo no podían vivir bajo el hambre, la desocupación y demás consecuencias de la crisis, y los de arriba ya no podían aplicar pacíficamente la política de hambre y entrega. El bloque dominante se fracturó entre los que querían mantener la “convertibilidad” y los que pretendían devaluar. Y las masas se vieron empujadas “a una acción histórica independiente”: las puebladas y el Argentinazo. De la Rúa no tuvo mejor idea, frente a una crisis que se devoraba su gobierno, que aplicar las recetas de su ministro de Economía Domingo Cavallo, que ya lo había sido con Carlos Menem. ¿Qué hizo Cavallo a comienzos de diciembre de 2001? recortó el 13% a los salarios de los estatales, las jubilaciones y las pensiones; congeló los depósitos y estableció el “corralito”. No hay que olvidar que ya la pobreza y la desocupación afectaban a 15 millones de personas. Las organizaciones populares redoblaron las luchas; el gobierno, aterrado, el 19 de diciembre dictó el estado de sitio y realizó un inmenso despliegue de fuerzas represivas. La respuesta popular no se hizo esperar. Cientos de miles se volcaron a las calles la noche misma del 19. Se libraron los primeros combates con las fuerzas represivas, que enterraron en la práctica el Estado de Sitio y Cavallo tuvo que dejar el Ministerio de Economía. El 20 de diciembre la lucha siguió hasta conocerse la renuncia del odiado De la Rúa, y su salida de la Casa Rosada en helicóptero.

La pueblada tuvo centro en Plaza de Mayo, en la gran jornada del miércoles 19 y el jueves 20, y en la lucha de calles que le siguió. Pero fue nacional: desde Jujuy hasta Tierra del Fuego, en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, en las capitales de provincia y ciudades y pueblos del interior, cientos de miles de personas protagonizaron el levantamiento popular. Treinta y nueve compañeros regaron con su sangre este hecho heroico. Entre estos mártires se encuentra el compañero de la CCC de Entre Ríos, José Daniel Rodríguez.

Si bien no se concretó el anhelo de “que se vayan todos”, en diciembre del 2001 se abrió una nueva situación política, y la Argentina se llenó de asambleas populares y procesos de recuperación de fábricas. Aunque los sucesivos gobiernos lograron recomponer la “institucionalidad”, no pudieron sacar al pueblo de las calles.

Como dice el Programa de nuestro Partido: “El Argentinazo abrió un surco profundo en la política nacional: dejó en el aire el Estado de Sitio, barrió a cuatro presidentes y hubo un día sin gobierno, empujó el no pago de la deuda externa por dos años, paró el “corralito”, obligó a conceder más de dos millones de planes sociales, posibilitó establecer numerosas empresas recuperadas, salvó del remate a miles de pequeños productores nacionales agrarios y urbanos, entre otras conquistas. Hizo emerger una profunda crisis de hegemonía de las clases dominantes. Mostró el camino para conquistar un gobierno de unidad popular, patriótico, democrático y antiimperialista.

Los diez días de combate, las dos jornadas heroicas del 19 y 20, han enseñado a la clase obrera y el pueblo más que muchos años de lucha reformista y electoral. Las limitaciones que tuvo hacen a enseñanzas decisivas para el futuro”.

El Argentinazo del 19 y 20 de diciembre de 2001 sacudió las estructuras del sistema oligárquico e imperialista hasta sus cimientos. Aquellas jornadas fueron un paso superior de un camino que viene recorriendo nuestro pueblo desde hace casi cien años: el camino de las puebladas, que generó hechos como la Semana de Enero de 1919, el 17 de Octubre de 1945, el Cordobazo, entre los más relevantes. Las puebladas son una forma de lucha que está enraizada no sólo entre los trabajadores, sino en los más vastos sectores populares. Esto lo hemos venido comprobando en los últimos años, en infinidad de casos: ante los femicidios y la violencia hacia las mujeres; en casos de gatillo fácil; con los cortes de energía eléctrica o cuando aparecen narcos protegidos por el poder político y policial.

Por el camino del Argentinazo, hace 22 años la lucha popular logró forzar la suspensión del pago de la deuda externa, conquistó dos millones de planes sociales para paliar el hambre, eliminó el recorte del 13% a los estatales y jubilados, impidió el remate de 300 mil productores agropecuarios, obligó la devolución de parte de los ahorros atrapados en el “corralón”, y abrió una situación revolucionaria.

Nuestro Partido, que cumple el año entrante orgullosos 56 años, impulsa la más amplia unidad para enfrentar la política anunciada por el nuevo gobierno, que pretende una Argentina para pocos, con la mayoría sumida en el hambre y la miseria, y con el remate de nuestra soberanía.

En este camino reivindicamos las banderas del Argentinazo, para frenar la ofensiva reaccionaria y crear condiciones para avanzar con las masas en el camino liberador.

 

Hoy N° 1991 13/12/2023